Usualmente, en egipto suelen encontrarse todo tipo de artilugios aunque suelen ser de origen funerario o sobre yacimientos o inscripciones en la roca. Lo que no esperábamos encontrar era un artilugio "médico" que ayudaba a una paciente a poder caminar adecuadamente.

Sí, nos encontramos ante (probablemente, si es que no se encuentran más) una de las primeras prótesis del mundo. Corresponde a un dedo gordo de madera, realizada a principios del primer milenio con bastante soltura y detalle, lo que nos indica que no simplemente se fijaban en su aspecto práctico, sino también estético.

El artilugio de un sacerdote

Se sabe que el dedo artificial fue modificados algunas veces por el artesano para que se adaptara perfectamente al dedo gordo de la hija de un sacerdote egipcio. Seguramente sería un objeto poco común y asequible por un alto precio.

Se encontró en un entierro femenino en Sheij Abd el-Qurna, junto a la orilla oeste del Nilo, cerca de Lúxor. Esta era una ciudad egipcia que se edificó sobre la ruinas de la antigua Tebas, la que fue capital de Egipto en el Imperio Nuevo y capital del cuarto nomo del Alto Egipto.

Han sido especialistas de la Universidad de Basilea los que se han encargado de examinar la pieza.

Un minucioso estudio

La pieza se ha observado y estudiado mediante una nueva tecnología llamada microscopía avanzada que se basa en tecnología de rayos X y tomografía (computarizada) que es una técnica exploratoria radiográfica que permite obtener imágenes radiológicas de una sección o un plano de un órgano.

Como resultado, se ha mostrado que el artesano que trabajó ese artilugio conocía y había estudiado la anatomía humana. Esto se sabe ya que la técnica que utilizó facilita la movilidad de la extensión protésica y también en la realización de una estructura fuerte de la correa para ajustar bien la prótesis al pie. Y, como comentaba al principio, no solo la realizó de manera práctica sino que le aportó detalles para que tuviera realismo.

Dónde se encuentra

Actualmente, la prótesis se encuentra en el Museo Egipcio del Cairo. Se había encontrado exactamente en la Tumba Tebana 95. ¿Quién sabe lo que puedes esconder otras tumbas? Lo que está claro es que cada día se descubre más sobre esta interesantísima cultura y sobre sus avances que han quedado la mayoría escondidos entre antiguas ruinas y el desierto, impidiendo que veamos los maravillosos avances egipcios hace milenios.