María José Voltes acaba de publicar su segunda novela,"La luna huele a lavanda"

1.- ¿Quién es María José voltes?

Nací en Barcelona, tengo 51 años, estoy felizmente casada y con una hija. Estudié empresariales en la Universidad de Barcelona y en IESE. Hace 30 años que me dedico a la dirección de empresas, principalmente en áreas financieras. Me encanta la música clásica, siempre me ha gustado leer y empecé a escribir hace pocos años, pues hasta entonces nunca me había planteado hacerlo. Fue una sorpresa para mí y demuestra que todos tenemos muchos más registros y recursos que los que nosotros mismos nos pensamos

2.- ¿Un buen día decides escribir o un escritor nace?

Como explicaba anteriormente, la primera sorprendida fui yo. Sí que en mi familia ha habido y hay muchos escritores y he podido vivir este ambiente en casa desde muy pequeña. Eso sin duda ayuda. Mis padres nos trataron de inculcar desde pequeños que era necesario que aprendiéramos a expresarnos bien, especialmente por escrito. Además, soy algo introvertida y los asuntos importantes los he manejado mejor escribiendo que en persona. No creo que las cualidades que uno pueda tener estén solo escritas en nuestros genes, sino que tiene mucho más peso lo que uno cultiva o vive, para bien o desgraciadamente para mal. En todos los ámbitos de la vida, cada vez creo menos en el talento innato y dudo mucho sobre el concepto de talento como algo estático cuando es algo tan difícil de definir para todos.

Para escribir es más importante dominar las palabras, el idioma, trabajar mucho y equivocarse también. Por otro lado, sí que pienso que en todos los que escribimos hay ciertos rasgos de personalidad comunes.

3.- ¿Tu primera incursión en el mundo de la publicación con "Los cisnes no tienen alma, los violines sí” fue satisfactoria?

Sin duda. Esa historia fue la primera, y la construí en un terreno en que me sentía muy cómoda como es el de la música clásica. Supongo que cuando uno se atreve con algo nuevo, busca los terrenos donde uno se siente menos vulnerable. Y así empecé. Después de la novela, publiqué un montón de relatos sobre música que me mostraron que quizá podía compartir algo escribiendo.

En “La luna huele a lavanda” me desmarco también de este terreno y pruebo con algo diferente en una propuesta que se desarrolla en empresas y la mayoría del tiempo, en las horas de trabajo de sus protagonistas.

4.- ¿Un libro es más recabar información o es la magia de las musas que viene en ayuda del escritor?

A mí las musas no me han visitado aún. Ojalá. Sí que existe magia en el proceso de escribir porque permite sorprenderse y sorprender a otros. Y también la hay desde el momento en que creas una historia para poder contar a otros. Es necesario recabar información, sobre todo si lo que pretendes explicar es muy específico o necesitas ambientar esa historia en marcos escénicos muy determinados, para facilitar la visualización que realiza el lector.

Como en cualquier proceso artístico nunca sabes muy bien donde te va a llevar cualquier experiencia nueva y por supuesto uno tiene días mejores o peores, pero como en todos los aspectos de la vida.

5.-¿Escribes para un determinado tipo de lector?

No. He escrito relatos para adultos y ahora estoy trabajando en un cuento para niños. En cualquier historia habrá un público que podrá sentirse más identificado. En el anterior libro, por ejemplo la gente que ama la música entenderá mejor algunas escenas. En el último, “La luna huele a lavanda”, cualquiera que trabaje en una empresa o en una organización, sea cual sea su responsabilidad, encontrará personajes a los que pondrá cara y nombre, y situaciones con las que se alegrará o sufrirá con ellos.

La luna huele a lavanda, un título con muy poético

6.- Me gusta muchísimo el título de tu nuevo libro, ¿tiene un porqué dentro de la historia?

Gracias. Sí, es un título precioso y tiene mucho que ver con la historia que se desarrolla en el libro. Es muy sugerente y hasta poético. La luna tiene una gran influencia en la protagonista de la novela y ella la percibe de forma muy intensa. Es una historia muy original y los que la lean entenderán la razón por la que la luna huele así en determinados momentos.

Podréis seguir leyendo la entrevista en una segunda parte.