Eduardo Mendoza (Barcelona, 1943) puede ser, como bien señalaba el país hace unos días, el escritor serio más divertido de las letras españolas, y si vemos su dilatada obra: La verdad sobre el caso Savolta, La ciudad de los prodigios, el misterio de la Cripta embrujada, o la divertidísima Sin Noticias de Gurb, un retrato de una España olímpica con dos extraterrestres buscándose en este reino ibérico. Mendoza de formación abogado y con estudios de Sociología e Historia comenzó su dilatada carrera de escritor a partir de 1975 y sin lugar a dudas ha hecho de sus historias, narraciones dinámicas y cotidianas, intrigas sin soplo de aburrimiento, información histórica, humor...

una mezcla entre lo intelectual y popular muy rica sin atisbo de tópicos en todas y cada una de sus páginas.

Mendoza recibió este 20 de Abril el premio en la Universidad de Alcalá de Henares. Realizó una revisión de sus lecturas del Quijote, “me he preguntado si Don Quijote estaba loco o si pretendía estarlo para transgredir una sociedad pequeña, zafia y encerrada en sí mismacomentó. El escritor también tuvo palabras sobre el estado actual del mundo, que se dibuja en una frase “abogo por escribir de forma sensata, al darme cuenta que el mundo cada día está como una regadera...” El escritor también tuvo palabras de agradecimiento a su eterno editor Pere Ginferrer y a Carmen Barcells, y a los amigos y personas cercanas que siempre le apoyaron en su carrera.

Eduardo Mendoza abogó por el texto de humor, que en muchas ocasiones ha sido considerado como de poco calado para el valor de la literatura, hecho que no le ha colocado en el lugar que se merece. Es en este espacio donde, comentó el escritor, “aunque fuera un género menor, hay que reconocer la excelencia”.