La metamorfosis del artista es vital para su supervivencia, si quiere seguir vigente a través del tiempo. En algunos casos puede ser pensada y en otros se aparece naturalmente. David Bowie creó y vivió sus creaciones.

Se reinventó continuamente a lo largo de sus 69 años de vida y fue un provocador nato. Escandalizó a la Europa de principios de años 70, con su declaración: “Soy bisexual” al rítmo del punk furioso del disco “Ziggy Stardust”. Con maquillaje andrógeno, personificando a un alien, y en una mezcla de bufón y cortesana, fue admirado por muchos y rechazado por los buenos modales y las buenas costumbres.

Pero con el tiempo fue valorado y se ganó un lugar en la historia.

Bowie, en sus tours anteriores a 1976, había girado por Reino Unido, varias veces por Estados Unidos y hasta había ido a Japón. Pero los escenarios del continente europeo no habían tenido la oportunidad de disfrutar su mística. El 7 de abril de 1976, el cantante desembarcó en Munich, en el marco de su promoción del disco “Station to Station”. El tour europeo duró 31 días, en un total de 24 actuaciones y recorrió Alemania, Suiza, Finlandia, Suecia, Dinamarca, Inglaterra, Bélgica, Holanda y Francia. El “Isolar tour” abarrotó antros muy de moda por aquel momento como el Ahoy Hall de Rotterdam, Falkoner Theatre de Copenhague, Hallestadion de Zurich, Festhalle de Frankfurt, Empire Pool de Londres y el Pavillón de París, entre otros.

En esas actuaciones, el “Duque Blanco” fue consagrado como tal. Dicho personaje nació en la canción “Station to Station”, que da nombre al disco. Carlos Alomar y Stacey Haydon en guitarra, George Murray en bajo, Dennis Davis en batería y Tony Kaye en teclados, fueron su elenco musical. Las canciones interpretadas fueron casi todas del disco en cuestión (5 canciones, de 8 que contiene el disco) más agregados de anteriores trabajos como “Ziggy Stardust” (Sufragecity, Five Years), “Hunky Dory” (Life on mars?, Queenbitch y Changes), “Aladin Sane” (Panic in Detroit, The Jean Genie).

“Diamond Dogs” fue interpretada, y es considerada una rareza, ya que se volvería a interpretar recién en 1995. Y también el emblemático tema de Lou Reed; “Waiting for the man”.

Antes del tour europeo, Bowie había girado por Estados Unidos y Canadá con dicha promoción. Uno de los Conciertos finales de ese tramo, del 23 de marzo en Uniondale, Nueva York, fue grabado.

Circuló como cinta pirata muchísimos años. Finalmente en 2010, Emi Lanzó a la venta un Box Set de “Station to Station”. La caja incluyó el concierto de Uniondale, en 3 CDS, 1 CD con los singles, otro con el audio del vinilo original de 1976, un DVD con varias mezclas remasterizadas, y un doble vinilo de 180 gramos.

“Station to Station” fue un disco muy castigado en su momento y muy revaluado con el paso del tiempo. El mismísimo Bowie comentó: “Por el exceso de cocaína que tenía, casi no recuerdo la grabación del disco”. Pero no hay lugar a dudas, que fue otra ventana abierta, de un artista brillante.