El anónimo artista británico Bansky junto a su equipo de colaboradores ha inaugurado el hotel Walled Off, una propuesta empresarial en toda regla y no una simple obra artística. El sentido crítico demoledor siempre existente en sus obras es completado en esta ocasión con un sentido negro de la existencia, casi una forma de hacer turismo desde la abominación.

El hotel consta de 10 habitaciones ubicadas junto al muro de Cisjordania. Solo les puede dar 25 minutos de luz solar al día, “Es el hotel con las peores vistas del mundo”, afirma su dueño. Todo está realizado bajo una voraz sátira hacia el stablisment, un paseo desde el lujo exagerado y recargado de la suite nupcial, hasta las literas de las habitaciones compartidas (de oferta barata) todo responde, como no podía ser de otra manera, a una demoledora farsa política.

Algunas de las habitaciones tienen vistas al muro pero otras a los asentamientos judíos, claramente ilegales según el Derecho Internacional. Este espacio no solo quiere poner en evidencia la situación, también es una apuesta comercial y un lugar donde generar el diálogo y fomentar exposiciones de artistas palestinos que tiene vetados los canales comerciales internacionales.