Desde un punto estrictamente etimológico, una biblioteca es un sitio cultural donde se guardan Libros, pero como cada vez se vuelven menos visitadas se disponen a salir de su tradicional entorno y se reinventan para acercarse a los lectores. Quizás esto fue lo que pensó el arquitecto Pavel Sannikov cuando se propuso "construir" una biblioteca en la ciudad de Baikalsk, Rusia.

La "Ice Library Wonders" es una gigantesca instalación artística en la que sus "libros" son esculturas en forma de páginas abiertas, confeccionadas con el hielo del famoso lago Baikal, el más profundo del mundo y diseñadas por un equipo de escultores locales en una estación de esquí.

La obra consta de 420 paneles en los que están grabadas más de mil frases cortas sobre sus gélidas paredes.

Fue inaugurada el pasado 4 de febrero, aunque varias semanas antes de su construcción los creadores ya habían habilitado una página en Internet para que las personas de todo el mundo pudieran enviar mensajes con sus más intensos sueños.

A pesar de que la página inicialmente fue escrita en ruso, comenzaron a llegar mensajes de distintos lugares del planeta y con todo género de peticiones: desde un chileno empeñado en encontrar a unos parientes lejanos en Irlanda, hasta una filipina que no se rinde en su propósito de ganar la lotería. Poder tener hijos; encontrar el amor; hacer una fortuna o revertir una enfermedad, son los deseos más frecuentes que se pueden leer.

La recepción se ha extendido hasta finales de febrero. Aunque la zona donde está ubicada la singular biblioteca tiene suficiente atractivo por sí misma (el lago Baikal posee un ecosistema único en el mundo y fue declarado por la UNESCO como Patrimonio de la Humanidad) el proyecto tiene el objetivo de llamar la atención del turismo internacional.

Un artista dijo reconocer cierto simbolismo: "Al ver en estos tiempos un sitio donde personas de diversas nacionalidades se conectan para leer sobre paredes mensajes llegados desde lejos en un entorno que combina cultura y naturaleza" (los jeroglíficos eran escritos sobre las paredes por las primeras civilizaciones). Pero hay un hecho que convierte a esta obra en algo muy especial: en abril el clima de la zona se tornará cálido y la biblioteca se derretirá, fluyendo de vuelta con sus aguas al lago Baikal y junto a ella los sueños entrelazados de miles de personas que, ¡quién sabe!, tal vez un día se le cumpla alguna.