A partir de los atentados del 11-S, el mundo occidental giró la cabeza y fijó su vista en los árabes y en los musulmanes, especialmente en éstos últimos. Es con el surgimiento de Daesh y del miedo a atentados terroristas, que los medios de comunicación vinculan cada vez más en sus noticias palabras como "terrorismo" con "islam". Sin embargo, existe un gran desconocimiento hacia el islam entre aquellos no musulmanes, y son pocos los que deciden leer e investigar para conocer más a fondo la Religión y lograr, ni tan siquiera un poquito, controlar el miedo que genera Daesh.

Una de las bases de la religión de la media luna son los cinco pilares, unas normas que todo buen musulmán debe respetar y llevar a cabo. Son los siguientes, por este orden:

1) La profesión de fe (o shahada): es decir, reconocer que no hay más divinidad que Dios y que Muhammad es su profeta. Es la frase que debe recitarse cuando una persona desea convertirse al islam.

2) La oración (o salat). Es imprescindible que todo musulmán ore cinco veces al día y que lo haga en dirección a la Meca. Los cinco momentos del día en que debe realizarse la oración también están estipulados: al amanecer, al mediodía, por la tarde, al anochecer y de noche.

3) La donación de limosna (o zakat). Un buen musulmán debe dar dinero a su comunidad, empezando por sus familiares, amigos, conocidos y vecinos.

La misión es dar durante el año el 2'5% de la propia riqueza a las personas que más lo necesiten.

4) El ayuno (o sawm) durante el Ramadán. Quizás es una de las costumbres más conocidas del mundo islámico. Se dice que el objetivo es ponerse en la piel de las personas con menos recursos, que no pueden comer cuando les apetece.

No todos los musulmanes deben hacer el ayuno: las mujeres embarazadas, los niños o las personas enfermas, pueden excluirse.

5) La peregrinación (o hayy) a la Meca, el lugar sagrado de los musulmanes, ya que es donde nació el profeta Muhammad. Se dice que todo musulmán debe visitar la Meca al menos una vez en su vida.