Personajes del Iluminismo. En el siglo XVIII en Europa, concretamente en Inglaterra, nace un movimiento político, social, cultural y filosófico, tendiente a impulsar el crecimiento del hombre deslastrando su estado de minusvalía producido por la incapacidad de valerse del entendimiento propio y utilizar la guía de otro, sin que esto implique un estado defectuoso de inteligencia, sino que sea imputable a la falta de decisión y del valor de utilizar el propio intelecto. Este planteamiento motorizado recibió el nombre de “Iluminismo”, simbolizando que con esta actitud se desgarraban los velos de supersticiones y rémoras oscurantistas, sirviéndose del razonamiento, la autocrítica y el conocimiento de la ciencia.

La efervescencia de este movimiento, seguramente estimuló a los conductores de aquella coyuntura histórica para finalmente dejar huellas imborrables en la construcción del mundo que, con su indetenible evolución, tenemos hoy en día. Seguramente en nuestra realidad latinoamericana y basados en los hechos históricos comprobables, podríamos pensar que tanto Miranda, Bolívar y Simón Rodríguez, entre otros, asumieron una postura iluminista que finalmente germinó en las notables empresas realizadas.

Un personaje, diluido en el vórtice de la Historia, responde al nombre de Filippo Mazzei (1730/1816), médico filósofo y escritor italiano, protagonista ecléctico de acontecimientos fundamentales, promulgador de las libertades individuales, los derechos civiles y de la tolerancia religiosa y, por supuesto, enérgico iluminista.

Provenía Filippo de una noble familia toscana de viticultores que se remonta al siglo XI y todavía está dedicada a la enología.

Establecido en el estado de Virginia, participó activamente en la guerra por la independencia norteamericana, por cuanto cultivó una estrecha amistad con los primeros cinco presidentes estadounidenses: George Washington, John Adams, James Madison, James Monroe y particularmente Thomas Jefferson, de quien fue inspirador, vecino de residencia, socio en negocios y con quien mantuvo una relación epistolar hasta la muerte.

Filippo Mazzei es considerado por los historiadores como uno de los padres de la Declaración de la Independencia Americana.

Su estatura histórica fue rescatada finalizando el siglo XX, gracias a exhaustivas investigaciones académicas, siendo honrado en la ocasión del 250º aniversario de su nacimiento con una emisión filatélica especial y la edición de un vino cuya etiqueta lo representa.

En el año 1785 dejó definitivamente el suelo americano y regresó a Europa. En París, publicó en 1788 un voluminoso tratado en cuatro tomos sobre la historia y la política de los Estados Unidos de América Septentrional, considerada como la primera obra sobre la revolución americana publicada en francés, aun hoy día es ponderada como una importante fuente de información sobre el movimiento que encendió la revolución norteamericana. El éxito de su obra y pensamiento significó que el rey Stanislao Augusto de Polonia, también iluminista, lo nombrara consejero y su representante en París. Desde esta posición privilegiada pudo ser testigo de excepción de la revolución francesa y pudo observar el surgimiento y la caída de Napoleón.

Vivió 86 años y escribió sus memorias, las cuales fueron publicadas en 1848, habían transcurrido más de treinta años desde su muerte, acaecida en 1816.