Color, mucho Color es lo que inundará la Sala Fundación MAPFRE Recoletos hasta el 29 de enero 2017 gracias a la magnífica muestra en honor al fauvismo, un movimiento artístico rompedor cuyo entusiasmo fue truncado rápidamente.

María Teresa Ocaña comisaría la exhibición que reúne 120 obras sobre la historia de este grupo de artistas que, aunque realmente no lo fue, tuvieron un propósito en común: el color. 80 de ellas han sido prestadas por importantes museos europeos y 30 provienen de coleccionistas privados. Todo un lujo.

La muestra es insólita porque hasta el momento las obras de las Fauves habían sido exhibidas individualmente, por lo que nunca antes una exposición ha recopilado tanta obras del grupo, y otras que no lo son, fechadas con muy poca diferencia.

El fauvismo fue la primera vanguardia del siglo XX. Aunque fugaz, en tan sólo dos años (1905-1907) cada miembro expresó individualmente el emblema “rebeldía contra todo”, sin un dogma ni manifiesto en común. Lo que sí les unió fue una actitud de reacción expresada mediante un colorido, a veces exasperante, que subordinaba su forma de pintar. Fueron los últimos que, por influencia del arte del siglo XIX y a partir de su reformación, pintan al exterior, cada uno con un estilo propio. Para muchos artistas fue el inicio de su carrera y para otros, su marca personal, la expresión de los sentimientos a través del color, es el caso de Matisse y Vlaminck.

Precisamente fue el Salón de Otoño, celebrado en París en 1905, lo que inicialmente les une.

La muestra no estuvo exenta de críticas, sobre todo por parte del crítico Louis Vauxcelles, que quedó espantado ante esa explosión anárquica del color. Allí se expusieron obras de Matisse,Georges Rouault, Maurice de VlaminckyAndré Derain, Albert Marquet, Henri Manguin y Charles Camoin artistas surgidos de la escuela simbolista de Gustave Moreau, quién les enseñó a experimentar con los colores.

Más tarde se unirá al grupo Raoul Dufy, Georges Braque, Kees van Dogen, Georges Rouault y Othon Frietz.Cada uno adoptaría su propia técnica de forma provocativa.

El movimiento rompió los esquemas artísticos hasta ahora establecidos para irrumpir con energía y con un fuerte espíritu de libertad creadora. La exposición, dividida en cinco secciones, consigue reunir de forma cronológica la evolución del estilo de unos artistas que beben de la obra de Manet, Cézanne, Moreau, Van Goghy Gauguin, de los neoimpresionistas, de las estampas japonesas y africanas y de los Nabis y las estampas africanas.

Las influencias variarán según el temperamento del artista que la acoge.

El propósito es acercar al público hasta los orígenes de la corriente que inauguró un nuevo siglo.

Entre las obras más destacadas se encuentran Figura con paraguas (1905) de Matisse, el sensual Desnudo de una mujer rubia (1906) de Kees van Dogen o el famoso retrato de Henri Matisse de la mano de André Derain, se encuentran otras obras de artistas menos conocidos, como Jean Puy.

Es una pena que el estilo no tuviera mucha resonancia en nuestro país. ¡Que la disfruten!.