El sacrificio humano para las sociedades modernas causa repulsión y horror.

El estereotipo del sacrificio humano se ha asociado principalmente como a los exponentes por excelencia, a los pueblos Mesoamericanos,en especifico al pueblo mexica o azteca, como los más grandes inmoladores de victimas humanas del mundo.

El estereotipo es una simplificación de un fenómeno social como cultural complejo, pero este se presta a distorsionar la realidad además de que sirve para manipular la opinión de un sector de la población en contra de otro, generalmente de manera negativa.

La asociación de las civilizaciones mexicanas con el sacrificio humano, viene desde el tiempo de la conquista española, donde los testimonios de los conquistadores como religiosos detallaron significativamente el transcurso de las festividades indígenas donde se realizaba la inmolación humana, semejantes expresiones religiosas lescausaron horror, asociando las complejas religiones indígenas a la adoración del demonio.

Actualmente, la asociación de las culturas mexicanas con la práctica del sacrificio humano esta fuertemente arraigada al imaginario popular, pero lamentablemente, desde una perspectivasensacionalista y vulgar, como si semejante práctica fuera lo único digno de mención de sociedades altamente estratificadas, cuyos conocimientos artesanales y medicinales impresionaron en su momento a los conquistadores.

Y las vertientes ideológicas como el hispanismo e indigenismo tampoco ayudan a entender de una manera imparcial semejante práctica, ya que el primero, aunque la confirma, la ve desde una perspectiva maniquea como morbosa,despreciando cualquier avance cultural realizado por los pueblos mesoamericanos y desde una perspectiva a favor de la iglesia católica.

Y la ideología nacionalista, niega categoricamente esta práctica, argumentando que los escritos como las representaciones gráficas de la epoca son manipulaciones y malas interpretaciones de los religiosos españoles, que buscaban socavar las instituciones indígenas en favor del régimen colonial, describiendo la época prehispánica como un edén perdido, buscando infructuosamente la recuperación de aquellos supuestos valores artificiales.

Entender la práctica del sacrificio humano en Mesoamerica, es adentrarnos a una compleja visión del mundo donde elhombre vivía en un mundo inestable, el cual podía desaparecer en cualquier momento bajo las fuerzas del caos, y la única forma de mantener el precario equilibrio era mediante la inmolación de victimas humanas.

Para el hombre mesoamericano, el mundo era regido por deidades que habían dado su propia existencia en favor del genero humano, por ende, para la renovación de un ciclo eterno e inamovible, los macehuales (merecidos) debían hacer penitencia, agradar con sus rezos y ofrendas a las deidades sustentadoras de la vida, para que la existencia de la especie humana no desapareciera como había sucedido en el pasado.

Desde las humildes aldeas agrícolas hasta los grandes estados del Postclasico, está idea de sustentar a unas divinidades, que podrían ser exigentes como caprichosas con la vida humana, siguió una evolución constante, en la cual los gobernantes vieron una institución socialmente aceptable, para expandirse sobres sus vecinos, como fue el caso de los mexicas.

Quiza el tiempo y una madurez que hasta el momento no ha sido posible desarrollar, nos permitirá ver las prácticas sacrificiales mesoamericanas, no bajo una estela de horror o de repulsión, o de simple negación, si no como los actos más humanos para garantizar la permanencia de un grupo en su territorio, de dar una explicación a una forma de vida, que quizá, seguimos perpetuando bajo otro matiz.