En la época en la que nos encontramos, es común ver a las personas de diferentes territorios que ocupan el globo, celebrar Halloween. Así mismo como decorar sus hogares y el entorno, con calabazas "modificadas" concienzudamente dotándolas de ojos y boca terroríficas.

Halloween tiene un significado sencillo aunque parezca lo contrario por la complejidad que encuentran algunos en su nombre y este significa (Fiesta de Todos los Santos). La procedencia de esta celebración la cumplían al pie de la letra los antiguos celtas en el "Samhain"’ también conocido como "el fin de la estación de verano".

Ellos celebraban con entusiasmo este festejo en Irlanda, Escocia, el Norte de Francia, Gales… En la época que comprendía los días finales del mes de Octubre y los primeros de Noviembre que coincide justo, el finde la recogida de la cosecha.

Esta festividad celta, tiene carácter místico ‘"devoto’" además de limpiador. Y su misión principal es la de respetar y dar culto a los druidas, sacerdotes celtas, muertos. Bautizando el 31 de Octubre como la fecha fronteriza entre los vivos y los muertos.

La celebración iba acompañada de lumbres para expulsar a todos aquellos malos espíritus. A su vez, los ciudadanos obsequiaban con dulces en sus puertas a modo de concluir con satisfacción las necesidades de los mismos espíritus que por allí rondaban en la noche.

Como símbolo de paz para que no fueran molestados.

Los años comprendidos entre 1845 y 1849 tuvo lugar una hambruna en Irlanda de suma importancia debido a una gran pérdida en la cosecha de las patatas. Esto dio lugar a un impulso para que miles de Irlandeses emigraran hacia Estados Unidos y con ellos, llevaron la tradición de Samahain, que sería más tarde convertida en la que hoy conocemos como Halloween.

¿Qué hay de las calabazas?

Su nacimiento está en la leyenda conocida del granjero irlandés Jack. Este siempre ha sido conocido como un ser tacaño además de armígero. La breve leyenda cuenta que una noche el diablo decidió ir a por su alma pero que Jack consiguió confundirlo y así detenerlo. Fue así como el mismísimo diablo, le hizo suplicas de liberación y haciéndole prometer a Jack que jamás iría en su busca nuevamente.

Al fallecer Jack, se le negó rotundamente la incorporación al sagrado Cielo así como también al terrorífico Infierno. No era bienvenido en ninguna de las dos partes. Fue cuando hizo memoria de la promesa que tenía el demonio con él, lo cual lo obligó a vagar en la eternidad. Como obsequio, el demonio le dio una brasa la cual afirmó que jamás se apagaría y que le iluminará. Jack cogió un nabo, que incorporo dentro de la brasa fabricando un candil.

Se conoce que los antiguos celtas, fabricaban candiles con nabos en forma ahuecada. Lo incorporaban en una brasa, colocaban estos a la puerta de sus hogares y así lograban espantar a los espíritus malignos. Fueron estos Irlandeses, los que nada más que hicieron su llegada a América, hicieron un descubrimiento peculiar, las calabazas.

Se dieron cuenta de que eran de mayor tamaño además de poseer menor complejidad y más sencillez a la hora de ahuecar. Por ello, ahí nace la modificación de candiles por calabazas en esta época, Halloween.