El arqueólogo alemán Wolfgang Erich Wendt, entre 1969 y 1972, realizó un estudio de una cueva africana llamada Apolo 11 en una zona conocida como "Goachanas", en el suroeste de Namibia. Allí encontró siete plaquetas de cuarcita gris-marrón en las que aparecían pintados diferentes tipos de animales con carbón, ocre y blanco. No se apreciaban claramente las especies representadas, pero se puede tratar de formas de felinos y/o bóvidos, e incluso parecía apreciarse una cebra, una jirafa y un avestruz. Las pruebas de radiocarbono que se le practicaron dieron una cronología de entre 27.500 a 25.500 años de antigüedad, lo que las convirtió en las muestras de pintura representacional más antiguas de África.

Sin embargo, recientemente se ha comprobado que las prácticas del grabado y de la incisión, que supuestamente surgieron en tierras saharianas hace unos 12.000 años, tienen su origen en el sur de África hace unos 100.000 años. Allí se ha encontrado fragmentos decorados de piedras, ocres y cascaras de huevo de avestruz de estas fechas, así como evidencias de ornamentación personal. Se demuestra, así, no solo que el "Arte" es un fenómeno mucho más antiguo de lo que se pensaba sino que, además, tiene su origen en el continente africano.

Como vemos, estos primeros ejemplos de lo que se podría llamar "arte" surgen de dos formas muy distintas en África, bien como adornos personales en forma de conchas marinas perforadas y colgadas de una guita, o bien como incisiones o grabados en piedras, ocres y cáscaras de huevo de avestruz.

Todos los objetos encontrados tienen un rasgo común, que es la expresión de un diseño que se puede clasificar como entramado o sombreado con rayas. No obstante, en este contexto, hay que aclarar que la concepción artística es muy ambigua y cambiante. La idea de "arte", al igual que la propia mentalidad humana, ha podido cambiar mucho con el paso del tiempo.

Uno de los lugares más emblemáticos en los que se ha detectado este tipo de "arte" con entrados incisos en ocre es la Cueva de Blombos, en la costa del cabo sur de Sudáfrica. De los más de 8.500 fragmentos de ocre encontrados en sus niveles más antiguos, 15 muestran evidencias de grabados y dos de ellos, fechado en 77.000 años, destacan por tener ese patrón de entramado en cuadrículas.

Para muchos especialistas, estos fragmentos son la evidencia más compleja y mejor formada de las primeras representaciones abstractas y, además, son un claro síntoma de la formación del pensamiento y del lenguaje simbólico. Se abre, de este modo, el controvertido debate sobre la antigüedad y las características del "comportamiento humano moderno", ya que se quiere ver en estas incisiones una evidencia del pensamiento simbólico, que tuvo que ser antecedido por el lenguaje.

Los grabados, como los de Blombos, se repiten en más de media docena de sitios en Sudáfrica y, para algunos autores, sugieren que se trata de un importante patrón que va más allá de lo idiosincrático.