A menudo no les comemos o lo hacemos en pequeñas dosis porque nos huele la boca. Sin embargo, sus beneficios en el corazón y en el estómago son notables. Hablamos de la cebolla y lo que ya varios nutricionistas en el pasado nos han dicho, que la cebolla es buena para la salud. Está confirmado también por un estudio italiano del Instituto Mario Negri de Milán, en colaboración con la Universidad de Milán. La investigación fue publicada en la revista especializada Molecular Nutrition & Food Research. Vamos a ver por qué.

Las propiedades para el estómago y el corazón

¿Cómo hace la cebolla para ser tan eficaz?

Los compuestos organosulfurados que, entre otras cosas, le dan ese sabor típico y están presentes también en el ajo, inhiben la proliferación de células cancerosas y ayudan contra las bacterias. Además, la cebolla es muy eficaz contra el Helicobacter pylori, la causa principal de cáncer de estómago. Pero como se ha dicho, esta hortaliza es muy útil también para el corazón porque previene enfermedades cardiovasculares gracias a la quercetina, un flavonoide muy útil también para el estómago porque produce la muerte de células de cáncer gástrico.

Qué cebollas comer y cuántas comerles

Vamos a empezar por las dosis. Según esta investigación, es muy útil comer dos porciones a la semana de cebollas de cincuenta gramos cada una.

Esto reducirá el riesgo de contraer cáncer de estómago, incluso hasta en un 40%. ¿Cuáles son las cebollas más útiles a la causa? Las rojas (porque son ricas en flavonoides) y las del sabor más picante, indicador de la riqueza de estas propiedades beneficiosas.

Para lograr este resultado, los investigadores han comparado los hábitos alimentarios de doscientos treinta sujetos a los que fue diagnosticado un cáncer del estómago, con los hábitos de casi 550 personas sanas.

Además, fueron analizados separadamente otros diez mil casos que han confirmado las propiedades de la cebolla, y han apoyado las investigaciones con respecto al ajo, que contiene muchas de las propiedades de esta hortaliza.