Las elecciones permiten a los ciudadanos elegir quién quiere que sea su representante durante los siguientes cuatro años

Las elecciones son un proceso de toma de decisiones en el que los electores deciden a través de sus votos, cada cuatro años, entre los diferentes candidatos que optan a ocupar los cargos políticos, dentro de una democracia representativa.

Hay elecciones libres cuando el voto se emite con total libertad, sin ningún tipo de obligación ni coacción, de manera secreta, sin ser adulterado o modificado, y realizado por todos los ciudadanos tratados con total igualdad.

Hay dos tipos de elecciones: Las generales (en las que se elige a los representantes del parlamento, y Jefe de Estado) y las locales (en las que se decide a nivel municipal o regional a los representantes de dicho lugar.

Normalmente, la manera habitual de participar en la política, en una democracia, se hace a través de los partidos políticos y agrupaciones electorales, a través de los cuales, se representa una determinada ideología, un determinado tipo de política y una serie de actuaciones que se realizarán si llegan a ser elegidos en las elecciones.

Uno de los puntos más importantes en las elecciones es quién puede y quién no puede votar. Aunque normalmente, en el electorado se encuentra incluida toda la población, solo pueden votar aquellas personas de más de 18 años con nacionalidad española, y empadronadas en algún municipio del país. Algo que se ha conseguido, tras luchar durante todos los tiempos en muchos países, para que todas las personas pudieran votar, ya que el sufragio femenino no existía hasta hace relativamente poco, al igual que el de hombres negros u otro tipo de exclusión social que nada tenía que ver con la decisión de elegir a un representante.

Así como en España el voto es libre, y se puede ejercer el derecho a votar o no, en otros países esta acción es obligatoria, de tal forma, que si no se realiza, pueden sufrirse castigos desde simples multas, hasta llegar a condenas de prisión.

Antes de elecciones, cada partido político desarrolla durante 15 días la campaña electoral, en la que visitan diferentes ciudades, hacen mítines y realizan las labores necesarias para conseguir más votos entre los ciudadanos. Cinco días antes del día de las votaciones, según la normativa vigente de la Ley de Régimen Electoral, se suspende la campaña para que pueda desarrollarse el proceso de deliberación de los ciudadanos y puedan reflexionar sobre a quién destinará su voto.