El diario ElBoletín.com se hace eco de la denuncia que los vecinos del distrito madrileño de Retiro hacen en la plataforma Los Cuarteles Para El Barrio: la todavía alcaldesa de Madrid, Ana Botella (PP), de gestión criticada desde todos los lados, menos por su propio partido, quiere inaugurar el 23 de febrero el Teatro de Daoiz y Velarde, teatro infantil todavía no acabado de construir. Esto pese a que las obras de rehabilitación acabaron en 2010 y el coste fue de 12 millones de euros.

La FRAVM (Federación Regional de Asociaciones Vecinales de Madrid) recuerda que el Ayuntamiento, al rehabilitar el antiguo cuartel militar de Daoiz y Velarde y en donde quedaba una nave, iba a habilitarlo como teatro y centro cultural.

Así figura en una web Momentos de Madrid, propaganda municipal. En dicho lugar, el teatro infantil aun sin construir. Además, sus puertas estuvieron cinco años cerradas, sin nadie que entrara y con el interior deteriorado por los años, goteras y humedad.

De repente, en enero, el Ayuntamiento se acuerda de nuevo del teatro y la empresa municipal Madrid Destino se encargará de la gestión. La plataforma aludida antes se enteró de que Ana Botella piensa inaugurar la nave, aunque esté inacabada, y la califican de "Burda maniobra electoralista, mediante el viejo truco de la inauguración falsa de un teatro que ni siquiera existe".

Como si fuera todo esto una función teatral, la califican asimismo de "Mascarada", que "tendrá como objetivo vender la imagen de que han hecho algo", y continuaron con símiles teatrales para describir lo que creen que significa lo que Botella quiere hacer.

Si no se construyó dicho teatro, es por que el Ayuntamiento creía que la empresa privada lo haría, pero ninguna quería el proyecto al ser muy caro, por ejemplo para construir el foso y las butacas.

Hace veinte años, las asociaciones vecinales y demás de Retiro reivindicaron que el antiguo cuartel de Daoiz y Velarde fuera del barrio.

El lema de entonces es el que lleva la plataforma que las reúne todas, Los Cuarteles Para El Barrio, donde reivindicaban uso cultural y deportivo de los antiguos cuarteles. Hubo muchas manifestaciones pidiéndolo, y se consiguió en buena parte lo que pedían.

Ha pasado un cuarto de siglo, y lo que queda pendiente de conseguir para ellos es lo del teatro infantil y el centro cultural.

Tienen pensado convocar una reunión con el concejal de Las Artes para exigirle que se abra pronto el centro, gestionado por el Municipio y la empresa pública, y que pueda ser controlado por la gente, tanto en su gestión como en la programación de las obras teatrales.