La persecución llevada a cabo por parte del gobierno de la antigua Birmania comenzó el pasado 25 de Agosto cuando los militares del país comenzaron una ofensiva violenta contra este pueblo.

Desde entonces, más de medio millón de personas, en su mayoría ancianos, mujeres y niños han tenido que huir a Bangladesh, el país vecino, donde se están instalando en grandes campos de refugiados como el de Cox Bazar en el que según informa el director de planificación familiar Pintu Kanti Bhattacharjee se encuentran estudiando la posibilidad de esterilizar a los refugiados rohingyas como medida para frenar el crecimiento demográfico en el campamento.

Aunque se trata de una iniciativa que debe de ser aprobada por un comité sanitario antes de ser confirmada por el gobierno del país bengalí, resulta poco probable que el pueblo Rohingya acepte esta decisión debido a su cultura, tradición y a ser un proceso no reversible.

Un ejército irresponsable

ejercito birmano justifica esta ofensiva señalando que entre esta minoría se ha formado un grupo insurgente (Ejército Rohingya), al que califican como grupo terrorista islamista y aseguran que mantiene contacto con DAESH y Al-Qaeda, una información desmentida por este grupo insurgente quienes además han declarado el cese de sus acciones violentas.

La realidad que la violencia empleada por los militares birmanos es absolutamente desproporcionada.

La ONU, ha señalado que ésta ofensiva, es "una limpieza étnica de manual" y la peor crisis de refugiados desde los 90 y el genocidio de Ruanda.

La presidenta del país y Premio Nobel de la Paz en 1991 Aung San Suu Kyi, mantiene una postura inmovilismo y ha señalado en numerosas ocasiones que en Myanmar no se produce ninguna persecución y que en éste caso desconoce porque huyen los rohingya.

El Papa visita el país

El máximo pontífice inició el pasado 28 de Noviembre una visita al continente asiático que le llevará a Birmania y Bangladesh. En su primer día en Myanmar el papa se reunió con el General Ming Aung Hlaing. En esta reunión el militar birmano le transmitió al papa que no existe discriminación religiosa, y que impera la libertad de religiones en la antigua Birmania.

El pontífice estará dos días en el país birmano donde celebrará dos misas y posteriormente se trasladara a Bangladesh donde según algunos observadores , tratará de mediar en el problema de los rohingya , aun así esta persecución continua a día de hoy y la incesante llegada de refugiados al país bengalí , agrava esta situación.