En la carta, el régimen Pyongyang pide a Australia de forma juiciosa y en lo que Jong conoce como cordialidad, que deje atrás la política de Estados Unidos, ya que catalogan como cruel las sanciones que el presidente Donald Trump y la ONU, han ejercido sobre Corea del Norte, asegurando que el régimen norcoreano sólo quiere la paz y librar al mundo de una guerra nuclear por parte de EEUU. Justificando así sus amenazas.

La presión colectiva está funcionando sobre Corea del Norte

Varios periodistas aseguran que la estrategia de ejercer presión sobre este país tras las sanciones colectivas, está dando resultados positivos, debido a que deja claro su desespero por tener a más países de su lado, enviado misivas directamente a funcionarios y cargos mayores tal y como sucedió con Australia.

La carta escrita por parte de Kim Jong-un, expresa su descontento con la política del presidente estadounidense Donald Trump frente a Corea del Norte. El documento también lleva escrito que de ninguna manera Trump debe creer ni por remota que fuese la idea que surgiera, que el régimen Pyongyang va a ponerse de rodillas frente al resto del mundo; asegura que Corea del Norte es una potencia nuclear y que EEUU se equivoca con sus cálculos ya que sus amenazas han sido completamente claras, tachando de ignorante a dicho presidente y a quienes apoyan las sanciones de la ONU.

De igual forma, Australia es un país que está de acuerdo con las sanciones contra Kim Jong-un, debido a que éste ha amenazado en varias oportunidades atrás con acabar con Australia dado a que se es uno de los países aliados con Estados Unidos y sus creencias hacia este régimen.

Y no es para menos, una carta no reemplaza las distintas amenazas que han surgido por parte de Jong-un contra varias naciones.

En pocas palabras Corea del Norte sólo demuestra que en estos momentos se encuentra bajo una absoluta presión, claro si varios países se manifiestan a favor de las sanciones contra tales acciones por su parte, no es de menos que actúe de tal forma y aunque recalque que no se pondrá de rodillas frente al mundo, parece ser justamente lo que hace con el documento enviado a Australia, en donde sólo demuestra su miedo y sus mayores ganas de demostrar al mundo que Corea del Norte tiene el control, lo que puede desencadenar una guerra nuclear ya advertida, pero es lo que a toda costa tratan de evitar o eso exclaman dichos líderes. Aseguran que el presidente norcoreano espera desesperado respuestas, claro que trata de evidenciar todo lo contrario.