Es el tercer día de protestas en San Luis, en el estado de Missouri, en Estados Unidos por el racismo presente en la Policía de este país que ha quedado exonerado de las acusaciones acaecidas por los hechos del 2011.

Inicialmente las protestas del domingo eran pacíficas, pero más tarde los manifestantes comenzaron a atacar a los agentes de policía, golpeando las ventanas y destruyendo los escaparates. Los arrestos ocurrieron cuando algunos de los manifestantes no escucharon las llamadas para la dispersión. Los oficiales usaron gases lacrimógenos para apaciguar a los manifestantes, pero no lograron su cometido.

Los incidentes en las manifestaciones acabaron con más de 80 arrestados por los disturbios producidos y con un agente de la ley herido en la pierna que fue trasladado al hospital más cercano.

A causa de los disturbios y las manifestaciones que se han producido en San Luis estos días, uno de los conciertos más esperados este estado de EEUU fue cancelado por motivos de seguridad, el de U2.

Las manifestaciones del domingo reunieron a más de mil personas y fue las más numerosas de los tres días.

Según la AP, los organizadores de las protestas muestran que sólo unas pocas personas fueron agresivas y el mensaje de la manifestación fue pacífico. Las próximas manifestaciones están programadas para el lunes 18.

Las protestas y disturbios en Saint Louis han estado en curso desde el viernes pasado cuando el ex oficial de policía Jason Stockley fue liberado del cargo de asesinato de Anthony Smith, un afroamericano de 24 años, cuya muerte acaeció en el año 2011.

Los hechos por los que el policía fue juzgado fueron los siguientes:

Stockley y su compañero de la patrulla de la policía creyendo que habían visto una venta de drogas, trataron de bloquear el coche de Smith en el estacionamiento de un restaurante de comida rápida.

El sospechoso retiró el vehículo y golpeó el coche de la policía dos veces, tratando de escapar, como ellos mismos afirmaron. Los policias en ese momento aseguran haber visto un arma en el coche de Smith.

Por lo que Stockley disparó siete veces en dirección al coche de Smith mientras intentaba marcharse. Los oficiales no lo detuvieron y la persecución comenzó.

Después de un corto periodo de tiempo, la policía obligó a Smith a parar el coche. Stockley disparó a un sospechoso que se acercaba a su coche. En el coche de Smith, que resultó ser un traficante de drogas, se encontró un arma de fuego.