Las autoridades de la región kurda de Irak han convocado para el próximo lunes, día 25 de septiembre, un Referéndum de independencia en el que la población podrá decidir si desea continuar perteneciendo a Irak. Hasta ahora, el Kurdistán iraquí es una zona semiautónoma integrada en las actuales fronteras del país.

Esta votación responderá a la siguiente pregunta: "¿Quieres que la región del Kurdistán y las áreas kurdas de fuera de la administración se conviertan en un estado independiente?". La consulta se celebra de forma unilateral por parte de las autoridades kurdas.

El Parlamento iraquí ha denunciado que se trata un referéndum anticonstitucional y la Corte Suprema, por su parte, ha llamado a su suspensión.

Se prevé que el resultado sea un sí rotundo, dado que la mayoría de la población que habita esta región es kurda. Sin embargo, su independencia no tendría efectos administrativos inmediatos, puesto que el país no cuenta con los mecanismos necesarios para que esto ocurra.

El objetivo del presidente del Kurdistán iraquí, Massoud Barzani, que dejará el cargo tras las próximas elecciones del 1 de noviembre, es encaminar simbólicamente el proceso de independencia.

También busca el apoyo internacional para que Kurdistán sea reconocido como un estado independiente en un período de cinco a diez años.

Irak, Irán y Turquía piden cancelar la consulta

Los cancilleres de Irak, Irán y de Turquía han instado a las autoridades del Kurdistán a cancelar la consulta separatista. De lo contrario, los tres mandatarios amenazan con estudiar sanciones contra la región.

En una declaración conjunta celebrada en el marco de la Asamblea General de las Naciones Unidas, afirman que "la consulta es inconstitucional y que puede provocar nuevos conflictos en la región", motivo por el cual llaman a suspender el referéndum. Asimismo, los ministros reafirman su apoyo a la integridad territorial de Irak y consideran que la independencia del Kurdistán pondría en riesgo los avances en la lucha contra el terrorismo del Daesh en la región.

Por su parte, el presidente de Francia, Emmanuel Macron, ha solicitado también al presidente de Kurdistán que aplace la consulta mediante una llamada telefónica, aunque según los medios Kurdos Barzani rechazó la petición.

Autónomos desde finales de la Guerra del Golfo

El Kurdistán iraquí es una región autónoma desde la retirada de las tropas de Sadam Husein del norte de Irak a finales de la guerra de 1991. A partir de entonces, los kurdos desarrollaron su propio parlamento, ministerios y fuerzas armadas. Tenían su propia moneda y gestionaban el 17% de los ingresos por petróleo gracias a un acuerdo mediado por la ONU.

En el año 2003, decidieron unirse a Irak frente a la invasión de Estados Unidos, algo que muchos de ellos a día de hoy consideran que fue un error. Tanto EEUU como Irak prometieron que su estatus de autonomía se mantendría, aunque finalmente Bagdad comenzó a luchar contra el estado semiautónomo y las negociaciones se estancaron.