Emmanuel Macron y su esposa Brigitte Trogneux han acaparado muchas portadas de la prensa del corazón. Su relación despierta mucha curiosidad y más desde que han llegado a la Presidencia. La determinación y la constancia de Macron se demuestran en esta relación que comenzó cuando él tenía solo 16 años y se enamoró de la que entonces era su profesora 24 años mayor que él, casada y con hijos más o menos de su edad. Se casaron unos 15 años después y cuando el banquero Macron inició su camino político hacia la presidencia Brigitte lo dejó todo para dedicarse de lleno a la carrera de él.

La pareja es consciente de la curiosidad mediática que despierta, pero también de la influencia que tiene la prensa rosa. Los ejemplos de cómo afectó este tipo de periodismo a los anteriores presidentes de Francia son patentes: Hollande que vio como salía a la luz su relación con la actriz Gayet costándole su matrimonio, Sarkozy y su relación con Carla Bruni, e incluso el presidente Mitterrand que vio publicada la existencia de su hija hasta entonces secreta.

El 24 de abril el abogado del presidente Macron hizo un requerimiento a las revistas del corazón “Closer” y “Voici” en el que dejaba claro que la publicación de imágenes e información de la vida privada de la pareja acarrearía la toma de acciones legales.

El matrimonio tiene firmado un contrato de exclusividad moral con Bestimage, la agencia dirigida por la reina de los paparazis, Michèle Marchard. De esta manera el presidente puede controlar mejor la imagen que ofrece a un pueblo al que de momento tiene encandilado.