En un hospital de China fueron separadas con éxito dos pequeñas de sólo tres meses de vida, quienes nacieron unidas por su estómago e hígado. La madre fue notificada de esta malformación cuándo tenía cinco meses de embarazo y los médicos de su localidad en Jiangsu le dijeron que no había otra opción más que abortar.

La interrupción del embarazo de siameses se recomendó porque los desafíos que enfrentan este tipo de siameses son: que la mayoría no alcanza a nacer, nacen muertos, o mueren a los pocos días.

Sin embargo, esta madre de 26 años se negó a terminar con su embarazo y determinante buscó ayuda para salvar la vida de sus hijas, se traslado a la ciudad de Shanghái a solicitar una segunda opinión médica que le diera esperanza.

Ahí encontró a un grupo de especialistas quienes por fin le dijeron que podrían ayudar a las pequeñas. Los trabajos se enfocaron a lograr que los fetos se desarrollaran en el vientre de su madre durante el mayor tiempo posible, llegando a cumplir hasta ocho meses y medio de gestación. En febrero pasado se programó la cesárea para llevar a cabo los dos nacimientos.

Después del alumbramiento se les realizaron varios estudios a las siamesas, entre ellos, tomografías que permitieran observar el total del área conectada en ambas. Los médicos pudieron observar con mayor claridad que no sólo estaban interconectadas por el vientre y estómago, sino también por el hígado.

Para aumentar las posibilidades de vida de las bebés -antes de realizar la cirugía para intentar separarlas-, fueron internadas en una Unidad de Cuidados Intensivos especializada en neonatos, dónde fueron asistidas las 24 horas, durante sus primeros tres meses de vida.

A principios de mayo, se consiguió que el desarrollo de las siamesas alcanzara niveles normales y el peso de las dos juntas alcanzó los 11 kilos, situación considerada como ideal por los médicos, quienes decidieron operar de inmediato.

Esta fue la prueba de fuego, si se podía separar el hígado y mantener a las dos en un estado de salud estable, entonces, habría esperanza real de vida para las pequeñas.

Así, un grupo multidisciplinario entre ellos los cirujanos y expertos en tecnología e imagen tridimensional realizaron la exitosa cirugía en el Hospital Infantil de la Universidad de Fundan.

Sin lugar a dudas el caso de estas siamesas servirá de ejemplo tanto para especialistas, como para padres que se encuentren en una situación similar.