La primera ministra británica ha presentado su programa electoral, con polémica incluida, y ha sorprendido por las duras medidas que ha decidido tomar con el objetivo de reducir la inmigración en más de un 60%. Ha quedado algo muy claro: May se muestra totalmente inflexible en el nuevo programa electoral del Partido Conservador, que va a presentar a las elecciones anticipadas que tendrán lugar el próximo 8 de junio.

Lo primero, la líder conservadora se ha comprometido a reducir la inmigración neta en menos de 100.000 inmigrantes (los expertos en economía dicen que no es posible, al menos, si no se busca que la economía británica se vea afectada).

Igualmente, el gobierno hará más cara la contratación de trabajadores inmigrantes que procedan de países que no formen parte de la Unión Europea. De esta manera, las empresas tendrían que pagar 2000 libras anuales por cada trabajador (el doble de lo que se pagaba hasta ahora) y que sea mucho más caro poder utilizar la sanidad pública dentro de las fronteras británicas.

May defiende estas ideas con la tesis de que la inmigración incontrolada tiene un impacto negativo en la gente; sobre todo, entre los ciudadanos que tienen rentas más bajas, al hacer que los salarios vayan a la baja y desplacen puestos de trabajo, de manera directa. Además, el dinero que se recaudará de la contratación de trabajadores extracomunitarios, se empleará para formar a los propios trabajadores británicos para que no se queden fuera de los cambios en el mundo laboral.

Muchos periodistas acusan a May de buscar los votos del Partido Laborista y del UKIP (populista y antieuropeístas), que están viviendo una profunda crisis.

Según la propia May, hay cinco desafíos por delante para el país:

1. Crear una economía mucho más fuerte.

2. Brexit y los cambios que va a provocar.

3. Luchar contra las divisiones sociales.

4. Hacer frente a una sociedad fuertemente envejecida.

5. Adaptarse a los constantes cambios en el mundo de la tecnología.

Y, se descarta la opción de un referéndum de independencia en Escocia. E, invertir mucho más dinero en la educación pública y en sanidad.

Por otro lado, May tendrá que enfrentarse a las negociaciones para salir de la Unión Europea, de la manera más estable y correcta posible, a causa del Brexit. Sin duda, el papel de May no es fácil y las elecciones anticipadas podrían dificultarle más su trabajo, que ya está siendo muy difícil en estos momentos.