Carlos Moreno tenía 17 años y pasaba por una calle de San Bernardino en Caracas, cuando la bala de un malandro le llegó a la cabeza para acabar con sus sueños y su vida, después de que el dictador Nicolás Maduro decretara, el 18 de abril, el Plan Zamora, a través del cual se le autoriza a los componentes armados del país, a atacar a todo opositor que se le ocurra protestar (palabras más, palabras menos).

No sólo Carlos Moreno fue ajusticiado sino otra joven, Paola Andreína Ramírez, de tan sólo 24 años en el Estado Táchira, por lo cual el día en que la oposición salió a defender esos derechos que les dejó el 19 de abril de 1810, hoy el régimen de Nicolás Maduro quiere arrebatarle a los venezolanos que no están de acuerdo con que él se perpetúe en el poder.

Pero las amenazas de Nicolás Maduro no fueron un obstáculo para que los caraqueños "atapuzaran" las calles con la marcha más grande que se ha visto en toda la historia de estos 18 años del Socialismo del Siglo XXI, donde no sólo se volvieron violar los más elementales Derechos Humanos contenidos en la Carta Magna, sino que además Nicolás Maduro y sus seguidores bailaron en su jornada del 19 de abril, mientras los opositores recibían gases lacrimógenos y balas por el otro lado.

También muchos jóvenes tuvieron que saltar al Río Guaire, una vez más, para escapar de los abusos policiales al lanzar a diestra y siniestra bombas lacrimógenas, no sólo a la multitud que protestaba sino a los edificios aledaños en donde las personas caceroleaban durante todas las horas que duraron los enfrentamientos entre opositores y policías.

Como todos los días de protestas, esta también acabó cuando una ballena comenzó a avanzar detrás de los opositores, a la vez que los policías seguían lanzando más y más bombas lacrimógenas, pero esta vez dejar las calles limpias implicó un esfuerzo muy grande porque fue demasiada la cantidad de gente en la calle, ya que ésta realmente fue "La Madre de las marchas".

Para los chavistas-maduristas, el regreso a casa fue algo fácil porque muchos de ellos fueron trasladados desde a Avenida Bolívar en autobuses dispuesto para tal fin, pero para los opositores la situación fue totalmente contraria porque las Avenidas Andrés Bello, Libertador y Cota mil fueron cerradas desde muy temprano pata evitar la asistencia de los opositores a la "Madre de las Marchas", la cual no pudieron evitar porque son más las ganas que tiene el venezolano de salir de la dictadura que el miedo que les da las amenazas del dictador.