Este es un país donde hablamos inglés, no español. Fueron las palabras del republicano, hoy presidente de los Estados Unidos, durante un debate partidario en 2015. Creo que ya no pueden quedarnos dudas de que Donald Trump cumplirá al pie de la letra las bizarras promesas de su campaña electoral.

El 13 de enero, durante la administración de Barack Obama, es la fecha que marca el último tuit en versión castellana de la cuenta de Twitter de la Casa Blanca. Si algún desprevenido internauta decide consultar la página en estos momentos, recibirá el siguiente mensaje: "Sorry, the page you're looking for can't be found".

Lo mismo ocurrirá con la cuenta de Twitter o con la correspondiente cuenta de Facebook. Recordemos que en EE.UU. son 55.000.000 de personas las que hablan el idioma castellano, una realidad que Trump no debería ignorar. Este punto nos hace recordar las palabras de América Ferrera, la actriz originaria de Honduras, que durante la Marcha de la Mujer llevada a cabo en Washington DC, tomando la representación de los inmigrantes latinos exclamó: "El presidente no es Estados Unidos. Nosotros somos Estados Unidos y estamos aquí para quedarnos”.

El 20 de enero mientras, frente al Capitolio, Donald Trump juraba sobre 2 biblias sostenidas por su esposa Melania, el nuevo grupo presidencial encargado de la gestión de sus redes sociales, trabajaba limpiando el idioma español de las cuentas de la Casa Blanca.

Se colocó en la portada de la página Web una fotografía del nuevo presidente y se eliminaron varios botones que linkeaban hacia asuntos relacionados con Cuba o el Tratado Nuclear con Irán. Especialmente notable es la ausencia de la opción “en español", que redirigía hacia el portal de la presidencia, donde se desarrollaban los temas de interés para la comunidad hispana.

Entre ellos las cuestiones relacionadas con la inmigración, como la regularización temporaria de jóvenes indocumentados. Durante la campaña electoral Trump, demostró claramente que los hispanos no tienen ninguna prioridad en su administración y hoy mismo no existe en su equipo de gobierno un portavoz que oficie de interlocutor con los latinos hispanohablantes.

El gobierno de Donald Trump corona esta acción con la ausencia total de latinos en su cartera de ministros. Esto es algo que no sucedía desde 1988. Ronald Reagan, tuvo como Secretario de Educación a Lauro Cavazos; Barack Obama contó entre sus hombres con varios asesores latinos y seis ministros hispanos.

Cuarenta organizaciones hispanas han declarado explícitamente la inquietud que les producen estas decisiones que caracterizan al nuevo gobierno de los EE.UU. Según publica El País en la versión online de la fecha, la senadora por Nevada, Catherine Cortez Masto, se expresó al respecto con las siguientes palabras: “Nuestro gobierno debería reflejar el pueblo al que sirve y, sin duda alguna, la Administración Trump ha fallado en ese aspecto”.