Jeremy Corbyn, líder del Labor Party inglés, se ha declarado a favor de controlar y de no dar tantas facilidades a la inmigración. Este compromiso obedece a los intereses del partido de atrapar y conseguir votantes yendo a una de las razones principales por las que se produjo el Brexit: el miedo a la inmigración y la pérdida de derechos laborales por parte de los nativos ingleses. Corbyn busca nadar entre dos aguas para, con un discurso que pueda atraer a sectores moderados pro-Brexit y a sectores pro Unión Europea, pero que vean necesario establecer un cierto control sobre el número de inmigrantes y las condiciones en las que estos llegan y acceden a las ayudas sociales en Inglaterra.

El discurso de Corbyn incluye también una serie de medidas en esa dirección y que pueden verse resumidas en:

  • Aumento de las protecciones para los trabajadores y un aumento en la financiación de la Seguridad Social. (Promesas de los defensores del Brexit)
  • Búsqueda de un sistema pero tampoco podemos permitirnos perder el pleno acceso a los mercados europeos de los que dependen tantas empresas y empleos británicos.
  • Negociación con la UE sobre el funcionamiento de la normativa de inmigración en la que tenga cabida una gestión controlada y negociada a través de la Inglaterra Post-Brexit y la UE.

El partido de Corbyn está situado a unos 10 puntos porcentuales de distancia de su principal rival, el partido Tory de la presidenta Theresa May, encargada de gestionar el futuro de Inglaterra tras el resultado inesperado del referéndum que provocó el Brexit.

Los laboristas pretenden así, denunciar la incapacidad de May de presentar un plan que contente a los ingleses a favor y en contra del Brexit, acusándola de improvisar y de no tener unos objetivos claros sobre lo que debe ser la Inglaterra una vez se de por consumada su salida de la Unión Europea.

De todos modos, este acercamiento a posturas cercanas a las de la derecha, alejadas de las demandas clásicas de los laboristas y del propio Corbyn, que manifestó en el pasado poner límites a la inmigración europea, pueden volverse en su contra.