El pasado 31 de septiembre La Presidenta de Brasil, Dilma Rousseff ha sido removida de su cargo por el Senado, fue encontrada culpable de infringir la ley presupuestaria en uso del dinero público. Ocupó la presidencia desde el 1 de enero de 2011 hasta el 31 de septiembre de 2016, esta última fecha representa el inicio del mandato de Michel Temer quien se desempeñaba como presidente interino, mientras se llevaba a cabo el juicio de la presidenta elegida democráticamente. El senado brasileño destituye a Dilma Rousseff, pero no fue inhabilitada de sus derechos a ejercer la política porque no alcanzó los 54 votos que representan los dos tercios de la Cámara Alta necesarios para inhabilitarla

El presidente Temer ha anunciado una política liberal para sacar a flote la economía brasileña, gobernará hasta diciembre de 2018, tiempo en el que vencería el mandato de Dilma cuando fue reelecta en el 2014.

No se hicieron esperar las acusaciones por parte de la expresidenta Dilma al culpar a Temer de preparar un golpe de estado en su contra, al que Temer respondió “Golpista es usted que no respeta la constitución”

Otros que se pronunciaron de inmediato a través de sus cuenta en twitter en contra de la decisión del senado brasileño y coincidieron en retirar sus embajadores, fueron los mandatarios de los países abanderados de la izquierda en América Latina. Evo Morales de Bolivia expresó “Condenamos el golpe parlamentario contra la democracia brasileña”; Rafael Correa presidente de Ecuador “Una apología al abuso y la traición. Retiraremos nuestro encargado de la embajada...” Cuba declaró a través de su Cancillería “Este golpe contra la democracia brasileña forma parte de la contraofensiva reaccionaria de la oligarquía y el imperialismo contra la integración latinoamericana”

Mientras que Daniel Ortega presidente de Nicagua lo calificó de “...

anti-democrático proceso que ha ensombrecido la seriedad y fortaleza de las Instituciones en ese Hermano País...”, el presidente de Venezuela Nicolás Maduro anunció en cadena nacional el día de ayer retirar definitivamente a su embajador y congelar las relaciones con el vecino país, también la expresidenta de Argentina Cristina Kirchner escribió en su cuenta twitter “Se consumó en Brasil el golpe institucional: nueva forma de violentar la soberanía popular” entre otros pronunciamientos

Primero fue el fin del kirchnerismo en Argentina, ahora se desploma la popularidad del Partido de los Trabajadores PT en Brasil con la suspensión de Dilma Rousseff, tampoco podemos olvidar que Evo Morales no podrá reelegirse nuevamente en Bolivia, por su parte en Venezuela parece estar transitando hacia cambios al establecerse una asamblea nacional opuesta al gobierno nacional.

El caso es que la izquierda pierde terreno en la región

Casualmente los movimientos políticos en la región coinciden con la caída de los precios de las materias primas, el descontento de la población ante la grave crisis económica, restricción de ayudas, recorte presupuestario y en general contracción de la economía, limita a la población del apoyo que habían tenido en la época de la vacas gordas, ha esto se le suma los escándalos de corrupción, y es que los largos periodos de mandato son otra causa que conduce al clientelismo y el uso de los recursos del estado para favorecer intereses particulares.