Aunque algo que sea extremadamente peligroso para la humanidad desaparezca de la faz de la tierra, siempre habrá algo nuevo que probar. Y como es natural, lo maligno o poco saludable, gana las batallas de admiración y tendencias.

La burundanga recientemente aterrizó en España y viene pegando fuerte. Aunque no es alto 100% nuevo, sino que, se trata de una vieja ‘amiga’ o ‘conocida’ de las calles de países como Brasil, Colombia e incluso Venezuela.

Existen unas estadísticas que alarman pues, muestran que, una de cada cinco personas que han sido envenenadas en la ciudad de Bogotá, fue a causa de la burundanga y que, se viven al menos tres asaltos diarios con esta droga en la ciudad de Colombia.

En Estados Unidos, el Departamento de Estado califica a la burundanga como uno de los narcóticos de mayor peligro conocidos hasta el momento.

Han sido calculados aproximadamente que, en un año natural, se dan al menos unos 50.000 asaltos con esta droga, la cual cuentan que, es fácil de conseguir y de muy asequible preparación. Lo que hace que su comercialización, sea más habitual de lo normal.

Quien la ingiere, se convierte en víctima que, tras la toma, está totalmente sometido a reacciones de complacencia y pasividad. Lo cual facilita a cualquier agresor sus malas intenciones.

¿De dónde sale la burundanga?:

Es extraída de una planta muy conocida, la cual lleva el nombre de ‘Datura Estranomio’.

Tiene un aspecto ornamental y es muy fácil encontrarla tanto en España como en Latino América.

En las ramas de ésta, florece una flor con tonalidad blanca y la acompañan unas semillas compuestas por dos alcaloides. Cuyo nombre son: escopolamina y hiosciamina.

Escopolamina:

Se trata de un relajante muy extremo. Su principal activo es mezclado con varios químicos y, es lo que da lugar a la burundanga.

Pues en sí, ésta no es una droga real ya que no es de procedencia natural, sino que provocada. Ese polvo en que se convierte la mencionada mezcla, es quien recibe el nombre de burundanga.

La droga zombie:

Se la conoce de esta forma porque quien está bajo su efecto pierde su propia voluntad. Está para complacer y su actitud es pasiva.

Entre los testimonios, se conforman una serie de sucesos entre los que están abusos sexuales y las víctimas afirman no acordarse de nada en cuanto a lo sucedido.

En ciudades como Bogotá, es muy común el ver a diferentes personas comercializar la burundanga. Por esta razón y por la facilidad de elaboración, muchos de los comerciantes ilegales la venden en torno a precios que rondan los 30 dólares 1 gramo.