Los Iphone eran del modelo 6 y el 5S y se encontraban sujetos a su cuerpo con plásticos y cinta adhesiva; el presunto autor fue detenido en la frontera de Futian, donde los agentes se percataron de que el individuo andaba con dificultad. En el registro, los agentes encontraron que el individuo guardaba un centenar de teléfono en su interior.

Los móviles estaban repartidos como si fuera una amardura, y se valoran en unos 50.000 dólares los productos que llevaba adheridos a su cuerpo. Los investigadores no han conseguido averiguar todavía si el detenido quería revenderlos o usarlos para otro fin.

Pese a que Hong Kong pertenece a China desde 1997, es independiente en lo comercial y en lo económico, manteniendo una frontera, y  convirtiéndose así en los últimos años en un foco importantísimo de contrabando.

Los productos de Apple son especialmente codiciados en China, ya que en Hong Kong son más asequibles y también son especialmente solicitadas las nuevas versiones que incorporan novedades tecnológicas, ya que suelen aparecer antes en el mercado en Hong Kong que en China. Pese a lo sorprendente de la manera en la cual se ha capturado a la persona, en el día a día de las autoridades de la frontera es moneda común el intento de pasar los artículos de las maneras más inverosímiles.

Túneles bajo los controles que realiza la policía fronteriza, o incluso se han llegado a detener a contrabandistas que habían fabricado catapultas artesanales para lanzar artículos tecnológicos de un lado a otro de la frontera.

La especial situación de la ex colonia británica es objetivo del intento de contrabando por parte de numerosos ciudadanos chinos, que ven de esta manera una jugosa manera de ganarse un sobresueldo.

Las administraciones de un lado y otro de la frontera siguen intentando poner freno a una práctica que lejos de retroceder ante las incautaciones policiales, se ha vuelto cada vez más común, y es que las ganancias son cuantiosas si se logra pasar al otro lado. En esta ocasión el ingenio se ha cruzado con la dificultad de pasar con una cantidad tan grande sin levantar sospechas.