Una de las cosas buenas que tiene la cultura española es su riqueza en el apartado de la gastronomía, si dividimos por comunidades autónomas nos encontramos diversidad de platos de un alto contenido culinario. Cada región española tiene sus propias recetas y esa cultura gastronómica hace que miles de turistas quieran disfrutar de nuestra cocina. En Galicia tienen el pulpo como signo identificativo, donde con él se puede hacer infinidad de platos, ya sea un pulpo a feira, una tapa de pulpo a la gallega, estofado de pulpo, etc. Podemos decir que el pulpo se adapta a cualquier cocina.

El plato que os presento es un pulpo al vino blanco, un plato muy gustoso que se puede comer durante todo el año, aunque apetece mucho más en primavera y verano. Una de las ventajas que ofrece el pulpo es que no contiene ningún tipo de grasa, es una carne deliciosa de comer y de disfrutar.

Ingredientes(para 4 personas):

- 1 pulpo mediano.

- 4 cebolletas medianas.

- 350 ml de vino blanco.

- 4 dientes de ajo.

- 4 tomates.

- 1 cucharada de miel.

- 2 pizcas de tomillo.

- 2 ramas de perejil.

- 6 cucharadas de aceite de oliva virgen.

- Pimienta y sal.

Pasos:

1- Congelar el pulpo la noche anterior para ablandarlo. Al día siguiente, dejarlo descongelar en la parte baja de la nevera y, una vez listo, disponerlo en un recipiente refractario con cuatro cucharadas de vino blanco.

Introducirlo en el horno, precalentado a 150 ºC, y dejarlo cocer durante 1 hora, aproximadamente, en la parte media.

2- Mientras, pelar y picar las cebolletas. Practicar el corte superficial en forma de cruz en la piel de los tomates y escaldarlos 1 minuto en agua hirviendo. Escurrirlos, refrescarlos en agua fría, pelarlos y cortarlos en trozos medianos.

Lavar el perejil, secarlo y picarlo finamente.

3- Calentar el aceite de oliva en una cazuela ancha que pueda ir al horno y pochar las cebollas durante unos 5 minutos, a fuego lento, con un pizca de sal. En el último minuto, añadir los dientes de ajo enteros.

4- Retirar el pulpo del horno, dejarlo enfriar unos minutos antes de cortar la cabeza en trocitos y los tentáculos en rodajas y añadirlo a la cazuela.

Rociar la preparación con una cucharada de miel, incorporar los tomates escaldados y espolvorear con pimienta. Remover con una cuchara de madera, añadir el resto del vino y un par de pizcas de tomillo.

5- Cubrir la cazuela con una tapadera y cocer en el horno durante unas 2 horas. Antes de servir, espolvorear con perejil picado y rectificar de sal.