La Unión Europea (UE) ha exigido a España tomar medidas inmediatas contra la producción de atún contaminado que, probablemente, ha sido el causante de 171 intoxicaciones en varios países de la región durante 2017.

Según la Comisión Europea, el origen de la crisis viene de pescados adulterados que no han sido debidamente refrigerados y a los que se les inyectan extractos de remolacha y otros vegetales que ayudan a aumentar la coloración de su aspecto, aparentando ser un producto fresco. El pescado adulterado, presuntamente, llega a los mercados proveniente de establecimientos españoles.

Esto afecta, en promedio, a más de 25000 toneladas de pescado, con un valor estimado de 200 millones de euros. Este pescado es utilizado para hacer sushi y suele venderse en pescaderías y supermercados a precios bajos. La diferencia entre el pescado fresco y el adulterado es prácticamente imperceptible para los ciudadanos, solo mediante controles expertos es posible determinar si el lomo ha sido conservado por debajo de la norma (a -18°C) y si tiene aditivos para su enrojecimiento.

Las alertas vienen desde 2015

Desde hace dos años se han reportado intoxicaciones por pescado español en Italia y Francia. En 2015 se registraron 63 casos en toda Europa y en 2016 solo 26, pero en los últimos meses se disparó el número de afectados.

Solo en mayo, 105 casos de intoxicación fueron reportados en diversas comunidades españolas por pescado proveniente de una empresa radicada en Almería. Por ello, el Ministerio de Sanidad alertó a toda la ciudadanía sobre no consumir atún de dudosa procedencia.

A pesar de que entre junio y julio las autoridades españolas realizaron inspecciones en 13 empresas distribuidoras de atún en Cataluña, Valencia, Madrid, Murcia, Andalucía y Galicia, reduciendo en un 30% las ventas del producto, pero el problema sigue sin resolverse y el pescado adulterado continúa distribuyéndose al resto del continente, algo que ha generado la cólera de la Comunidad Europea porque el Gobierno español no ha emitido reportes respecto a las medidas implementadas, solo notas informativas provenientes del Ministerio de Sanidad que aseguran “estar realizando las investigaciones y controles pertinentes”.

Según Javier Garat, secretario general de la Confederación Española de Pesca (Cepesca) y presidente de Europeche, su homóloga europea, “en España hay un problema de salud pública, los consumidores pueden estar tranquilos porque el atún está en perfectas condiciones", aunque admite que el debate sobre el atún contaminado sigue abierto y no sabe si llegará, incluso, a tribunales.

La UE anunció el lunes que realizará una nueva inspección en las empresas distribuidoras de atún en España y esperará hasta fin de mes para evaluar las medidas que el Gobierno ha implementado para acabar con el fraude pesquero.