En la isla de Ellidaey, la isla más grande del hermoso archipiélago Vestmannaey de la costa sur de Islandia, se encuentra una única, blanca, solitaria y misteriosa casa. Nadie sabe quién la construyó, en una ubicación casi imposible de llegar. Actualmente está deshabitada y tiene un gran pabellón de caza de 1953.
En la casa no hay ni electricidad ni conexión a Internet. Sí tiene un sistema moderno de recolección de agua potable que proviene de la lluvia. Deberían poner un pequeño sistema de molinos para así poder obtener un poco de electricidad, me da en la nariz que se encuentra en un buen sitio con fuertes vientos.
La isla fue habitada hace 300 años por cinco familias de pescadores, que subsistían gracias a la cría de ganado y a la caza de frailecillos del atlántico (mezcla de pingüinos y pericos). Éstos últimos tienen unos colores parecidos al pingüino pero con el pico triangular de color rojo anaranjado y azul, se le conoce como "loro de mar", en primavera (puede ser una forma de atraer a parejas potenciales) mientras que en invierno se vuelve gris mate. En Islandia hay un 60% de población de éstos Animales ya que viven en acantilados escarpados de alta mar menos en época de reproducción, que se acercan a la costa. Es un especie protegida y, por éste motivo, sólo está permitida la caza durante algunos meses del año.
Una curiosidad acerca de ésta especie: El personaje de Sven de la película "Happy Feet 2" es un frailecillo atlántico.
Los últimos habitantes estables se fueron en la década de 1930. En la actualidad, es un refugio para una asociación de caza. la cual se dedica a cazar frailecillos en la isla. Sólo a los miembros de ésta asociación tienen derecho usar la única casa del islote.
En el año 2000 David Oddsson, por aquel entonces primer Ministro de Islandia, intentó regalársela a la cantante Björk en agradecimiento por el reconocimiento internacional de Islandia, "la cantante Björk ha hecho más para hacer popular a Islandia que la mayoría de los islandeses" dijo Oddsson. No está claro si la cantante aceptó dicho regalo. A los demás sólo nos queda admirarla desde fuera y en fotografías.
