Barcelona fue eliminada en la primera ronda de votaciones en la lucha por la Agencia Europea del Medicamento (EMA) y no será sede de esta. La votación tuvo lugar en la tarde del lunes 20 en Bruselas y en ella la Ciudad Condal fue relegada a la quinta posición, causando una gran decepción. Finalmente, la EMA se mudará a Ámsterdam después de una votación muy reñida donde incluso se llegó a un empate en la última ronda.

Esto ha supuesto una lluvia de reproches entre el Gobierno central y los secesionistas. Se culpan mutuamente de que Barcelona, quien era favorita para albergar esta sede, se haya quedado a las puertas de lograrlo.

La ministra de Sanidad, Dolors Montserrat, quien se había desplazado hasta Bruselas, ha recibido la noticia con una gran decepción y justificando este fiasco afirmando "El Gobierno de España ha remado con fuerza hacia la misma dirección. Quizás otros no han remado con la misma fuerza y dirección" en clara alusión al proceso independentista y a sus líderes.

Así pues la Agencia Europea del Medicamento hará las maletas rumbo a Ámsterdam en marzo del 2019. En esta fecha Londres, la sede actual de este órgano, dejará de ser miembro de la UE debido al Brexit.

La ciudad pierde numerosos puestos de trabajo

Lo cierto es que, sea culpa de unos, de otros o de los dos, Barcelona pierde una importante oportunidad para convertirse en una ciudad de todavía más importancia dentro del panorama europeo.

Que la EMA hubiera puesto rumbo a España, habría supuesto la creación de 900 puestos de trabajo directos, además de todas las oficinas de farmacéuticas que la hubiesen acompañado. Todo esto, unido a los viajes de negocios y demás, habría supuesto un importante desembolso económico que hubiera beneficiado a Cataluña y a toda España.

Se calcula que esta agencia mueve más de 30 000 visitantes al año.

A parte de todo el beneficio económico, resulta obvio entender que la Ciudad Condal habría ganado también muchísimo en cuanto a inversiones públicas y privadas para investigaciones y cultura científica. Este desembolso de dinero habría sido muy útil en un sector que ha sufrido mucho los recortes de la crisis.

Ámsterdam y las demás finalistas

Las tres candidatas que consiguieron llegar hasta la última votación fueron Cophenague, Milán y Ámsterdam. Milán y Ámsterdam fueron las últimas dos candidatas al haber un empate a 13 puntos, de donde saldría vencedora la ciudad holandesa. Ella recibirá esta agencia, dotada con un presupuesto anual de 320 millones de euros.

Igual que el caso de Barcelona ha supuesto una gran tristeza entre la población peninsular, la fallida candidatura de Milán ha sido una gran decepción en Italia. Todos los pronósticos apuntaban a que sería esta ciudad la que recibiese el gran premio y finalmente tampoco ha podido ser.