El Banco de España avisa que los beneficios de las empresas crecen mucho más que los salarios de los trabajadores. Y puede que la excusa de una posible subida del precio del petróleo no se note ni en los márgenes de beneficios ni en los sueldos de los empleados, pero aparecerá la excusa de proteger la competitividad a pesar de que llevan muchos años con un discurso con el que se buscaba contener tanto los beneficios por parte de las empresas como la subida de los salarios.

En el año 2016, por primera vez en varios años, se ha producido un repunte de los beneficios que han superado los costes laborales.

Aunque una subida de salarios, de manera descontrolada, y de los márgenes podría hacer disminuir la competitividad y las ventas en el comercio exterior (que es muy necesario para que no se destruyan puestos de trabajo y que se pueda mantener una cierta independencia de los inversores de fuera de España).

Pero la realidad es que los trabajadores que consiguen ahora un empleo tienen un salario medio inferior que los que ya llevan un tiempo en la misma empresa. Igualmente, al haber una tasa de paro tan alta se logra que las retribuciones vayan a la baja. Se espera que la economía española crezca gracias a reducir la deuda externa y seguir aumentando la competitividad. Por lo que se recomienda estudiar una subida de los salarios y, con ello, de los precios, aunque siempre está en la sombra la posibilidad de que suba el precio del barril del petróleo.

Y no podemos dejar de lado el entorno internacional en el que hay muchas dudas: el gran endeudamiento por parte de China, el impulso fiscal de los Estados Unidos, las consecuencias económicas del Brexit o que se esté apostando por un proteccionismo en muchos países, lo que puede perjudicar a las exportaciones de las empresas españolas.

Y en caso de que aumentasen los tipos de interés, España se vería seriamente afectada, ya que la economía tiene un endeudamiento muy alto (la deuda pública, hoy en día, es del 100% del PIB). Y los más afectados en caso de que sucediera esto serían los hogares formados por los ciudadanos más jóvenes. Si se sigue así, los principales factores que podrían provocar una limitación en el crecimiento de la economía española serían el desempleo, el envejecimiento de la población y una productividad que sigue siendo baja.

Y, por otro lado, se han reducido los ingresos en la Seguridad Social lo que provocará que las futuras pensiones sean mucho más bajas, lo que llevará a un problema de pobreza en la sociedad, a causa de subida de los precios y de los servicios.