El Teletrabajo no ha logrado el objetivo que se buscaba. Muchas empresas españolas no han entendido la idea y lo han empleado de manera equivocada. Por esta razón, algunas empresas que habían decidido apostar por esta forma de trabajo, se han echado atrás; pero, una nueva tendencia empresarial ha llegado para crear tendencia.

Es el smartworking, o sea, trabajo inteligente.

¿Qué es el trabajo inteligente?

El trabajo inteligente aparece cuando una empresa crea un ecosistema que va a permitir a los profesionales donde van a poder decidir dónde van a realizar sus funciones.

La decisión va a tener lugar por parte del empleado, que tiene un nivel de madurez profesional suficiente como para saber cúales son las reuniones que deben ser presenciales y cúales pueden ser realizadas, de manera virtual. De esta manera, las empresas van a empezar a crecer en eficacia y productividad, gracias a la tecnología y van a dejar el poder en manos de los propios trabajadores.

Los expertos recomiendan a las empresas que flexibilicen más la autonomía de las personas -que lo valoran más que el hecho de flexibilizar los horarios de trabajo-. Y, deberían dejar de penalizar a los empleados que realizan su trabajo desde casa y premiar a aquellos trabajadores que están calentando la silla en la oficina, sin hacer nada.

Uno de los mayores errores que cometen las empresas españolas es hacer que todos los empleados entren a la misma hora, que es muy concreta (lo que va a provocar atascos; pérdidas de tiempo; estrés; imposibilidad de conciliar la vida familiar...). El empleado va a valorar mucho más que se le permita cierta autonomía, incluso, por encima de su sueldo.

Este hecho se conoce como "salario emocional".

Por otro lado, la implementación del trabajo a distancia se está realizando de una manera muy lenta en España, donde sólo es realizado por el 7% de los trabajadores. Y, según un estudio realizado por la Organización Internacional del Trabajo y Eurofound, sólo un 13% de las empresas ofrece este tipo de puestos.

Algo que sorprende al resto de Europa, ya que, gracias a la existencia del correo electrónico, las soluciones de la nube o las videoconferencias, no hay verdaderas excusas para imponer el trabajo presencial en las oficinas.

Además, las empresas deciden elegir por sus trabajadores cuál es el tipo de plataforma que van a necesitar, para poder llevar a cabo su trabajo, lo que hace que suelan elegir herramientas que no están optimizadas o que no son la mejor elección para las funciones que realiza el trabajador. Dentro de la transformación digital que estamos viviendo, la tecnología y la concienciación de los empleados es básico; pero, las empresas no están haciendo las cosas bien, por lo que acaban fracasando en esta evolución.

Y, quien no se pone al día, quien no evoluciona, acaba fracasando y desapareciendo.