Nuestra sociedad necesita de manera urgente recuperar el empleo de calidad que crea la pequeña y mediana empresa atendida por la selección y consejo de estos profesionales. Agentes Comerciales debidamente colegiados, formados en su producto y que representan "realmente, la mayor red social de todos los tiempos".

Los consumidores hemos de entender que el tendero de nuestro barrio, el que regenta un comercio especializado de electricidad, textil o zapatos; nos va a descubrir conceptos que desconocíamos para nuestra mejor elección. Que este vecino nuestro, tiene ya disponible la mejor selección de producto para que la veamos realmente y no virtualmente y que estará ahí, con cara y ojos, para atendernos ante cualquier ayuda o incidencia de producto.

Que no existe ni puede existir “calidad total”. Sin el consejo y la selección que transmite el profesional de la agencia comercial al comerciante y tampoco sin la proximidad, la disponibilidad y servicio posventa que garantiza el pequeño comercio especializado. Que un Mercedes 700 SLX puede ser un mal coche si lo vamos a utilizar con el propósito de callejear, guardar en garaje estándar o recibir una rápida atención en piezas y mano de obra.

Que por mucho que variase al alza la oferta del pequeño comercio especializado frente a la que podamos encontrar en internet. Nunca y Jamás, pagaríamos una milésima parte de la experiencia que lleva implícita y gratis, la oferta de nuestro tendero.

Que solo conseguiremos la sostenibilidad de nuestro sistema, contando el pequeño comercio especializado y su experiencia.

Consejo. Proximidad y servicio; porque solo él y por estos motivos, tiene acceso a ese nuevo paradigma que ha de ser real, no virtual y de necesaria implantación en nuestra sociedad, la excelencia. “La calidad total”.

¿Qué fuerza? Además de la de las buenas razones, necesita el colegio oficial de este digno colectivo de los Agentes Comerciales, para hacer entender a algunos ayuntamientos que no pueden seguir agrediendo a estos profesionales en su labor de representación, con mas zonas azules y zonas de carga y descarga que el colectivo no puede utilizar, para facilitar el transporte de muestrarios y catálogos con los que mantener al día a nuestro pequeño comercio.

¿Cuántos ministros más le hacen falta a España en Economía y Hacienda para darse cuenta de que la recuperación de nuestra economía, y proyección de nuestro sistema de bienestar, pasa desde el origen de la crisis por “un plan de rescate para la pequeña empresa?". ¿Es posible que haya gobernante? ¿Que entienda al agente comercial como una incómoda amenaza en vez de un útil necesario para nuestra economía; sencillamente por ser el último reducto, transmisor de información veraz, de la realidad económica y social de nuestra ciudad o país?