Mucho se habla últimamente en todos los medios de comunicación existentes hasta el momento del posicionamiento web, también conocido como SEO u optimización en motores de búsqueda.

Con el uso masivo de internet en las últimas décadas, las empresas han tenido que adaptar sus productos y servicios al mundo 2.0, pudiendo llegar así a un público mucho más amplio, y de forma sencilla y directa, publicitarse cómodamente en la red. Sin embargo, siempre hay que tener en cuenta que el hecho de no figurar entre las primeras opciones de los buscadores, puede condenar un sitio Web a la invisibilidad, así como un buen posicionamiento en los motores de búsqueda genera un aumento considerablemente mayor en el volumen de repercusión y número de ventas.

Estar bien posicionado en internet, no es garantía de venta

Sin embargo, muchas empresas con un nivel óptimo de posicionamiento, que genera visitas desde la primera página de los buscadores más importantes, han visto descender sus gráficas estrepitosamente hasta poder hallar una solución al motivo de su fracaso.

Cuando esto ocurre, muchos propietarios y emprendedores se echarán las manos a la cabeza pensando en lo que han invertido, y que su idea del paso al mundo virtual no sale tan rentable como en un inicio pensaban. Pero, afortunadamente, quien piensa así se equivoca.

El motivo del descenso en el volumen de las ventas o visitas de un sitio Web, puede verse tremendamente influenciado por la reputación online que tengamos en internet.

Pensemos entonces en un empresario que comienza a plantearse ¿Qué piensan de mi producto en internet? ¿Qué impresión tiene un cliente del servicio prestado hasta ahora?

La reputación online

Teniendo en cuenta que en los motores de búsqueda el enlace de una web aparece en las primeras 10 posiciones, también aparecerán entonces opiniones personales del trato al cliente recibido, retrasos en los envíos, o cualquier otro comentario negativo que incite al nuevo visitante, que ha llegado a tu portal por simples algoritmos, a volver por donde ha venido.

Por eso es el momento de “limpiar” el nombre de tu negocio y analizar su reputación. Comenzar a realizar acciones destinadas a favorecer la satisfacción del cliente, y garantizar así la llegada de otros nuevos, fidelizando además a los existentes. Para lograrlo, suele ser muy útil detectar y analizar detenidamente los errores con las herramientas adecuadas, ya sea a través de un continuo feed-back en redes sociales u opiniones en la red, y subsanarlos en la medida de lo posible, para recuperar así la confianza de los usuarios.

Es recomendable también llevar a cabo acciones de marketing diariamente, así como promociones importantes y descuentos de forma puntual, para conservar un equilibrio entre las dos partes. Y finalmente, resulta indispensable garantizar un mínimo de satisfacción al consumidor, para poder así asegurarse de que la opinión y reputación online se mantenga siempre sana y a salvo.