"Las políticas de ajuste aumentan las desigualdades sociales". Según un reciente informe de la OCDE, la diferencia entre ricos y pobres sigue aumentando.Se trata de un informe recientemente presentado por la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE), un organismo independiente que agrupa a 34 países para mediante estudios fomentar el desarrollo, las diferencias entre los salarios más altos y los más bajos a aumentado a nivel global en los últimos 30 años.

El informe que lleva por título "Seguimos divididos: ¿Por qué la desigualdad sigue aumentando", apunta que el 10% de los ingresos medios de los sectores empresarial más pudientes del mundo supera en una proporción de nueve veces a uno, al salario del 10% de la población con salarios más bajos.

Es decir, que la brecha, estudiada en un periodo de 30 años, se ha intensificado, al menos en todos estos países investigados por la OCDE.

Por ejemplo, en Dinamarca, Suecia y Alemania, donde se suponía que los salarios eran más equitativos y no se registraban grandes diferencias entre sectores sociales, o "clases sociales", diferenciadas por los salarios de las personas, esta diferencia salarial - siempre según este porcentaje que estudia un 10% de los salarios mínimos y los compara con un 10% de los salarios más elevados - se habría incrementado en un punto, y estaría en la actualidad 6 a 1. Es decir, que el 10% del salario más alto de un trabajador alemán está seis veces por encima del 10% del salario más bajo de otro ciudadano alemán.

Lo mismo sucede, según OCDE, en Dinamarca y Suecia.

En cuanto a España no todas son malas noticias, puesto que según el informe que venimos detallando esta diferencia porcentual de salarios máximos y mínimos ha disminuido en España alrededor de un 20%, al menos según registros estudiados entre los años 1994 y 2008. Sin embargo, la diferencia entre los ingresos más altos y más bajos coloca a España muy por debajo de los Estados Unidos, pero por arriba de Alemania y Francia donde las diferencias son todavía más exageradas.

Entre las recomendaciones de esta organización para contribuir a la solución del problema, es decir que los estados consigan reducir las grandes brechas entre ricos y pobres, se incluye la suspensión de políticas de ajuste. La OCDE recomienda políticas activas de desarrollo e inversión donde se fomente el empleo público y se considere el aumento de trabajadores y de aportes a la Seguridad Social como una forma de "re distribución" de la riqueza, en oposición a lo que se viene efectuando en los países más ricos; es decir una concentración de capitales y una ausente distribución de la riqueza, la que a beneficio de los intereses del mercado siempre queda en manos de muy pocos.