Muchas son las personas que sin tener una oportunidad laboral concreta, han optado por formar parte de la gran familia de Avon. ¿Qué es Avon? Es una empresa de cosméticos, productos de higiene personal, bisutería, utensilios para el hogar, perfumes y complementos, creada por David H. McConnell en el año 1886. En la actualidad esta marca, está presente en más de cien países del mundo, siendo una de las marcas que más artículos por catálogo vende.

¿Cómo hacerse distribuidora Avon? ¡Muy fácil! A través de su página web, puedes ponerte en contacto con ellos para recibir información y se pondrán en contacto contigo a través de una de sus líderes de ventas.

¿Cuál es la función de una distribuidora? También es sencillo, sin muchas complicaciones. La líder te proporciona unos catálogos y tú sólo tienes que hacerlos circular. Cuanto más vendas, más cobras. ¡Simple! ¿Tengo que adelantar el dinero para pagar los productos? ¡No! El personal de Avon, confía en ti y te los adelanta para que puedas servir a tus clientas. Una vez hayas cobrado, Avon te facilita un número de cuenta en el que tienes que hacer el ingreso de la parte que le toca a Avon y tu parte de comisión por la venta, ya te la quedas tú. ¿Dónde está la trampa pues? Es verdad, parece todo tan bonito que no parece haber trampa por lugar alguno pero sí las hay y por desgracia, más de las que me gustaría tener que comentar.

Principalmente las reclamaciones y las quejas de Avon, según lo consultado en las páginas web, principalmente son de "trabajadoras" (distribuidoras, promotoras, líderes,…) que en vez de poder gestionar un negocio, su propio negocio, han visto como desde la propia empresa que les tenían que suministrar los productos, les estaban boicoteando desde dentro.

¿Cómo? Pues sirviendo pedidos incompletos, demorando la entrega, diciendo que no había llegado una devolución, no cumplir con la campaña que dicen ni con los productos que se ofertan en la misma, decir que no hay obligación, ni pedidos mínimos y si decides retirarte antes de la sexta campaña, decirte que tienes que pagar por ello, en el periodo vacacional, si se han ido tus clientas, como sí que hay un día de pago que cumplir, decirte que tienes que adelantar tú ese dinero sin saber si luego lo podrás recuperar, que los productos no lleguen jamás cuando dicen demorándose hasta en dos y tres semanas de entrega de los mismo, llamar porque le han informado que el pedido está a punto de llegar a su domicilio y que no se mueva para que no lo manden de regreso y cuando vuelve a llamar, pasadas tres horas, que otra operadora le diga que el pedido no se ha cargado aún desde Madrid, decirte que puedes realizar el pago en cualquier entidad de las que ellos te proporcionan y cuando vas a pagar, sólo aceptan efectivo en una de ellas que está en la otra punta de tu ciudad, no enviar los productos solicitados, y suma y sigue (las quejas están por todo Internet y sólo hace falta poner Quejas a Avon y veréis las más de trescientas quejas que hay sobre la compañía).

Pero lo peor de todo es el trato de tus propios compañero de empresa, ya que una líder, una distribuidora, una promotora, una vendedora, una revendedora, no deja de formar parte de la misma empresa que tú, a la que llamas, que no es otra que AVON, para poder solucionar tus problemas con los artículos o pedidos. Malas contestaciones, colgar el teléfono al exponer una queja (y eso que las conversaciones dicen que se graban por la seguridad del que llama), la líder, si no estás detrás de ella, ni te trae los catálogos de la próxima campaña (y si los solicitas en el pedido, para evitarte problemas, por ser distribuidora, te los hacen pagar y eso que lo hace para vender más de sus productos), etc.

En un mundo que puedes comprar todo lo que necesites sobre higiene personal, cosméticos y demás a la vuelta de cualquier esquina,… ¿Por qué la gente necesita meterse en Avon y probar? Por desesperación, por falta de recursos económicos, porque pese a lo que han escuchado y leído, no te lo acabas de creer del todo y necesitas ser de los que se pegan de bruces con las misma piedra en la que han tropezado infinidad de personas antes que tú para darte cuenta que una empresa con tanto renombre, que tienen como imagen a la cantante Chenoa sin ir mas lejos, a la hora de la verdad, con sus propios trabajadores, hacen oídos sordos humillándolos de todas las maneras imaginables que puedas llegar a imaginar o incluso peores.

A fin de cuentas, pese a que la empresa sea estadounidense de origen, no dejan de ser personal de aquí, los que han de recibir esas llamadas, esas quejas. También es personal de nuestro país el que nos invita amablemente a probar con la mejor de sus caras. Pero a la hora de la verdad, sólo es fachada y lo que hay dentro, una podredumbre tan asquerosa, malévola, desagradable y vergonzosa que cuesta llegar a imagina que alguien pueda llegar a ganarse la vida dentro de esta compañía.

En el momento que los vocablos "Compañerismo" y "Todos A Una" no forman parte del trabajo en equipo, mejor olvidarse de esa empresa modelo "Caballo de Troya" y buscar, en un lugar más humilde pero más directo, esa oportunidad que todos ansiamos y deseamos para mostrar al mundo, de lo que somos capaces cuando se confía en nosotros.