Todo era felicidad. El Fútbol Club Barcelona terminó este domingo una primera vuelta para la historia. 16 victorias, 3 empates, un liderato más que holgado y 19 puntos de ventaja con el eterno rival. Números que de mantenerse podrían suponer superar la barrera de los 100 puntos en liga.

Paulinho, Luis Suárez en dos ocasiones y Messi de sensacional lanzamiento de falta, dieron la vuelta a un encuentro que se puso difícil desde el principio. Los de Valverde saltaron al césped de Anoeta con el peso de los 10 años sin vencer en liga. A la media hora la historia parecía decidida a repetirse.

La Real ganaba 2-0 y el Barça no se encontraba bajo la intensa manta de lluvia que caía en San Sebastián.

Exhibición de coraje y espíritu combativo

Pero este Barça no es el de otras temporadas. Valverde ha creado una máquina perfectamente engrasada que no se viene abajo bajo ningún concepto. Y así fue. A falta de finura, los azulgrana tiraron de coraje. A base de lucha, de intensidad, de presión tras pérdida y de la calidad de Suárez y Messi arriba, los de Valverde lograron dar la vuelta al marcador para seguir invictos.

Lunes negro: Dembélé e Iniesta KO

La felicidad de la plantilla era total. Líderes destacados en liga, el único equipo que no ha perdido de las principales ligas europeas y firmes en Copa y Champions.

Además, se ha conseguido traer al ansiado Coutinho y a Yerry Mina para suplir la salida de Mascherano. Todo iba según lo planeado hasta que este lunes el FC Barcelona ha emitido un comunicado sobre la situación de Ousmanne Dembélé y Andrés Iniesta.

El caso más preocupante es el del francés. Dembélé ha vuelto a romperse. Tras terminar el encuentro en Anoeta, el joven delantero francés comunicó a los técnicos que sufría unas molestias en la pierna izquierda.

Una vez efectuadas las pertinentes pruebas médicas, el club ha anunciado que el ex del Dortmund sufre una rotura fibrilar del semitendinoso del muslo que, aunque no ha afectado a la cirugía realizada en el bíceps femoral hace unos meses, le tendrá apartado del equipo entre 3 y 4 semanas.

Por su parte, el capitán Andrés Iniesta sufre una sobrecarga en el sóleo de la pierna derecha cuya evolución marcará la disponibilidad.

Su presencia en el banquillo en Anoeta se entendió en un principio como una forma de darle descanso pensando en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Por ahí iban los tiros, sin embargo, su no inclusión en el terreno de juego en la segunda parte fue consecuencia de las molestias que viene arrastrando desde su pasada lesión.