Desde que llegó al club Simeone, el equipo rojiblanco ha cosechado éxito y victorias importantes en toda su historia. Esto es algo que jamás podrían haber imaginado los aficionados del equipo que podría pasar y fue algo que cambio a muchos, sintiendo mucho más los colores y manteniendo la confianza plena en el equipo.

Llegar a dos finales en la Champions y perderlas se pueden considerar como dos de los momentos más duros que han podido vivir en los últimos años. Además, en los últimos partidos se ha podido ver como el equipo se encuentra en un momento de flojera y debilidad, lo que ha permitido el aprovechamiento del rival en el terreno de juego.

Con los malos resultados, el equipo atraviesa un mal momento viendo truncados los sueños de poder levantar la copa de Europa. Este momento de rabia y desesperación está provocando cierta reflexión en el futuro próximo del entrenador.

Nuevo estadio, nueva vida

El estreno en el Wanda tampoco ha sido algo triunfal, ya que de los seis primeros partidos disputados tres de ellos han concluido con empate. El encuentro contra el Chelsea acabó en derrota y de nuevo otro empate contra el Qarabag.

Esto supone una reflexión de gran importancia al pensar que la era del gran Simeone, que tantas alegrías y victorias ha dado, estaría llegando a su fin. Quizá haya incomodidad por parte del entrenador, el campo no esté en las condiciones óptimas o cualquier otra razón sea la culpable de esta situación.

Pero lo que sí está claro, es que el equipo está poco trabajado, y ya no se trata de la pretemporada.

Un futuro gris

Estamos ante un equipo que en competiciones importantes siempre ha estado fuerte y competidor, pero ahora resulta todo lo contrario. Incluso su jugador estrella, Griezmann no ha tenido un buen comienzo de temporada al igual que otros compañeros como Carrasco o Saúl con ausencia de goles.

Muchos creen que el periodo como entrenador de Simeone se está acabando como ha pasado con muchos otros entrenadores, que llegado un momento han dejado de funcionar. Y esto no solo provoca derrotas y empates, sino también un malestar general en la plantilla que genera un mal ambiente y se refleja después en el juego del equipo.

No sabemos cómo acabará este momento de crisis rojiblanca. Lo que sí sabemos es que el equipo necesita sobrevivir a esta situación de manera rápida y volverse un equipo fuerte en competición, sino se afirmará el fin de una era de 6 años llena de éxitos y triunfos.