Que Neymar Jr es una pedazo de futbolista es algo que a nadie se le escapa. Sus compañeros en el París Saint Germain lo saben bien y, en un principio, la llegada del brasileño generó muchísima ilusión en el seno del vestuario.

Transcurridos tres meses desde su llegada, ya no es todo felicidad. Es cierto que el nivel futbolístico del PSG está asombrando en Europa. Neymar, Cavani y Mbappé forman un tridente demoledor que va arrasando allá por donde va. Sin embargo, el ex jugador del Barcelona goza de ciertos privilegios que generan cierto malestar a sus compañeros.

Por supuesto que Neymar es el mejor pagado de la plantilla. Eso era algo que nadie dudaba y que se aceptaba. Ahora bien, el brasileño añade a su nómina, una serie de ventajas que le diferencian del resto.

Fisioterapias en exclusividad

Neymar cuenta desde su llegada a París con dos fisioterapeutas a sueldo y en exclusiva que le cuidan las 24 horas del día. Viajan con el equipo, van a los entrenamientos... siempre que Neymar lo necesita ahí están. Esto ya sucedía con Ibrahimovic, sin embargo, el sueco los compartía con el resto de sus compañeros.

Está prohibido pegarle una patada

Como lo oyen. Existe una cláusula en el contrato que firmó Neymar con el PSG, que impide a cualquiera de sus compañeros entrarle con brusquedad en los entrenamientos.

Esto enfada especialmente a varios miembros de la plantilla, pues entienden que en el Fútbol profesional existe mucha competencia y el no poder ser agresivo coarta las opciones de agradar al entrenador.

Exento de bajar a defender

Neymar Jr es el único jugador de la plantilla que no tiene órdenes defensivas. Por supuesto que si el jugador lo estima oportuno puede ayudar en la parcela defensiva, pero siempre que desee descansar se puede quedar arriba sin acompañar a su marca.

Algo muy llamativo en el fútbol actual.

¿Qué sucede con Cavani?

La fuerte discusión que mantuvieron Neymar y Cavani por el lanzamiento de un penalti parece que también se ha solucionado de manera tajante y a favor del brasileño. Neymar entiende que es el líder del proyecto y por tanto el que debe asumir la responsabilidad de lanzar los penaltis.

Cavani no lo ve así y cree que los años que lleva en el club son aval más que justificado.

La solución no se ha hecho esperar. A partir de la próxima temporada el encargado de lanzar las penas máximas será el brasileño, algo que no ha sentado nada bien a un Cavani que podría cambiar de aires.