Al principio pensé que solo iban a ser rumores y todo el veneno que consigo llevan. Pensé que con unas cuantas semanas de ventas de periódicos, lo sentenciarías con un “Estoy muy feliz aquí, solo pienso en blaugrana”. Nada más lejos de la realidad.

Ney, no te vayas

Ney, no quiero que te vayas porque eres un tipo de jugador de estos que se te quedan en la retina marcados indefinidamente. Eres ese tipo de jugador que hace cosas que los demás no pueden hacer y ni siquiera se acercan. Eres ese tipo de jugador “único”. Hace aproximadamente un mes y 10 días que tuve la idea de ponerme tu nombre en la nueva camiseta de este año (obviamente la de Barça).

En ese tiempo la idea de que te fueras a ir estaba a años luz de la realidad, pero poco a poco solo tú hiciste, contra todo pronóstico, que la idea cambiara.

Esto cae como la mayor gota de agua fría de la historia. Más fría que las lágrimas que me cayeron de los ojos aquel 8 de marzo con ese histórico 6-1. Te amé y te amamos en ese momento. Forjaste algo que este verano te ha dado por romper en mil pedazos pasados 8 meses de tu última renovación en la que se te veía feliz. No sé qué ha pasado, pero te marchas. Te vas. ¿Al PSG? ¿Tú lo ha pensado bien, Ney? ¿De verdad prefieres jugar en un equipo que tú solito “bailaste”? ¿Crees que allí serás mejor jugador del mundo y no al lado de Messi, Iniesta, Suárez, Pique…?

En un equipo que con 4 goles de ventaja se queda fuera de la Champions. Yo no me lo creo. No me creo que ese sea tu objetivo y que te marches por eso. Tampoco quiero creer que es por dinero, pero se me acaban las opciones y todo apunta a eso. Qué decepción. Qué dura es la decepción.

Pero sí, parece ser que ya está todo hecho, has elegido, es tu decisión y no hay marcha atrás.

Duele que te vayas, pero gracias, gracias por todo estos años. No te odiaré ni te pitaré cuando juegues contra nosotros, contra el que te trajo a España y que hizo todo porque te consagraras en Europa. Creo que nos echaras más de menos que nosotros a ti, sin embargo te deseo lo mejor.

¿Un fichaje motivado por el dinero del PSG?

Mis presagios de que todo esto es por dinero cada vez se hacen más realidad y desembocará en una decepción profunda y para siempre. Esto es inevitable. No creo que sea prudente ni que este bien “mandarte a la mie***” porque lo has dado todo por esta camiseta, mi camiseta y nuestro escudo. Tampoco quiero meterme en tu círculo, estoy seguro que te aconsejarán lo mejor. Sin embargo el concepto, el asunto, el principal objetivo de esto es que te paguan más. Que te pagan mucho más y esto a tu mánager y padre le gusta porque creo que le importa poco para quién marques goles y eso, Ney, no es Fútbol.

El fútbol es enamorarte del balón, pero creo que también de unos colores, de una gente que te vitorea y se deja la garganta cantando tu nombre.

Nos dejas porque hay muchos ceros, ceros que el Barça no puede poner. Suerte en tu nueva etapa viviendo en un edificio más alto que la torre Eiffel. Te recordaré como un jugador mágico que nunca debió marcharse del Barça porque creo que está hecho a medida para ti, pero también te recordare como la mayor decepción de un equipo que no te podía poner tantos ceros, pero que te dio cariño desde el minuto uno en que aterrizaste en El Prat. Tú prefieres hacer caso a tu mánager, a tu padre, que se hará más rico que muchos jugadores de tu nuevo equipo.

Adeus Neymar, que te vaya bonito y sobre todo: no vuelvas.