Mañana vuelve el campeonato de Liga al Estadio Santiago Bernabéu, donde el Real Madrid, actual campeón del título, recibirá a un Valencia C.F. que de la mano de Marcelino en el banquillo aspira a volver a los ansiados puestos europeos. El proyecto ché pinta ilusionante, con fichajes de la talla de Gabriel Paulista, Kondogbia o Murillo, y aún con tareas pendientes antes de que se cierre el mercado el próximo 1 de Septiembre. Por su parte, el conjunto merengue ha añadido pocas caras nuevas a un puzzle en el que las piezas le encajan perfectamente al técnico francés, y que tan sólo ha añadido las piezas de futbolistas jóvenes y con proyección de futuro como Dani Ceballos, Vallejo o Theo Hernández.

Para el partido de mañana ante el Valencia, Zinedine Zidane tendrá un quebradero de cabeza importante a la hora de cubrir el puesto de defensa central, debido a las diversas bajas con las que llegan los blancos al choque.

El jugador que en principio iba a ocupar ese puesto, el francés Raphael Varane, ha sido descartado en rueda de prensa por el técnico francés al quejarse de problemas en el abductor. A ello, se une la baja de Vallejo por lesión y la de Sergio Ramos, expulsado en el debut liguero el pasado fin de semana ante el Deportivo de la Coruña, con lo cual el actual campeón llega con Nacho Fernández como único central puro de la primera plantilla disponible para enfrentarse a los valencianistas.

"Zizou" por tanto tendrá que hacer un cambio de piezas y decidir entre las dos opciones que hasta el momento parecen más factibles: dar a un central del Real Madrid Castilla la titularidad, o por el contrario disponer de Casemiro ejerciendo las funciones de central, como ya haría en varias ocasiones la temporada pasada, como en el partido de Copa del Rey ante el Celta de Vigo, o en el Bernabéu ante el Barcelona, después de la expulsión de Ramos.

De elegir la segunda opción, quedaría por resolver la otra incógnita: quién ocupará el mediocentro en detrimento del brasileño, pieza clave del esquema merengue. Para ello, Zidane tendrá que elegir nuevamente entre la seguridad que le da Kovacic en el rendimiento, o dar galones a Marcos Llorente, la jóven promesa de la "Fábrica" blanca, y que el técnico expresamente pidió que no salga de la plantilla para jugar el papel de suplente de Casemiro durante la presente temporada. El problema no es menor, dada la entidad del rival que mañana espera llevarse los primeros tres puntos de un feudo madridista casi inexpugnable.