Las artes marciales Mixtas (MMA) engloban un amplio conjunto de técnicas de artes marciales. Combinan los golpes con diferentes partes del cuerpo con agarres, derribos, lanzamientos, llaves, luxaciones, estrangulaciones y otras tácticas provenientes de diferentes estilos.

MMA: Un conjunto de estilos de lucha

Actualmente existen competiciones reguladas por reglas estrictas, y llevadas por compañías como la 'Ultimate Fighting Championship' o la antigua 'Pride Fighting Championship'. Lo que tuvo sus orígenes en eventos donde se pretendía encontrar la disciplina más efectiva con las reglas mínimas, ha evolucionado hasta la actualidad como deporte y creciente oportunidad de negocios y para muchos ha desembocado consecuentemente en un estilo de vida disciplinado, exigente, y a menudo muy duro, una realidad que se incrementa a nivel competitivo hasta extremos a los que probablemente la mayor parte de su público apenas puede alcanzar a imaginar.

A los luchadores profesionales se les exige unas capacidades casi sobrehumanas y un rendimiento que roza lo irracional, sin embargo, a menudo se les empuja a que traten de superar la línea.

Las reglas y el nuevo juego en el negocio del deporte

En el ámbito competitivo, una de las normas hace referencia a la clasificación por categoría de peso, una medida que evidentemente puede dejar en clara ventaja o desventaja a un luchador, en caso de que juegue con sus posibilidades. Es muy común que se vean obligados a perder peso antes de la fecha designada para el pesaje y así cumplir con los requisitos de la competición, sin embargo, se busca perder una gran cantidad en muy poco tiempo, de manera que se suelen omitir las recomendaciones de salud, e incluso el propio sentido común, comprometiendo la propia integridad.

Tal vez el término más correcto sería “cortar” (Cutting o weight cut), en lugar de "definir' o "perder" peso.

Una pérdida de peso considerable, acelerada y temporal

Las técnicas extremas utilizadas implican la pérdida de abundante agua y se centran principalmente en la deshidratación para expulsar todo lo posible del interior del cuerpo del competidor, cuya complexión de por sí es extraordinaria y ha sido trabajada durante mucho tiempo.

Todas las medidas que se asumen en conjunto modifican el metabolismo normal del luchador y desencadenan una serie de cambios importantes a lo largo del proceso. Llega a ser posible perder alrededor de 15kg en una semana o en torno a 3kg diarios. Surgen así riesgos que, en ocasiones, pueden superar a los que el profesional hace frente otras tantas veces en el cuadrilátero, como ataques cardíacos, daños cerebrales o insuficiencia renal, entre otros, sin contar con los daños a largo plazo.

Una serie de medidas extremas a un alto coste

En primer lugar, la dieta es totalmente estricta, rígida, y se sigue rigurosamente, con lo que la restricción de la ingesta calórica queda ajustada a las necesidades específicas, que se vuelven más complejas en el periodo previo a la fecha del pesaje. Se limita tanto la ingesta de alimentos, principalmente de carbohidratos, promoviendo la ingesta de proteína, y se ajustan los líquidos que se deben asimilar.

Al inicio del plan se urge a tomar una gran cantidad de agua que a su vez da lugar a una mayor evacuación, para posteriormente restringirla al mínimo y exudar lo posible. En ocasiones se llegan a beber unos 12 litros diarios, para unos días más tarde no beber prácticamente nada.

Y no se suelen mencionar el ocasional uso de complementos que, con independencia de su legalidad o carencia de la misma, en ocasiones contribuyen al incremento de las contingencias a las que de por sí ya debe afrontar el luchador.

Junto al uso de estas medidas, como parte de un plan que dura las 24 horas del día y siempre bajo vigilancia, se toma otra que promueve la sudoración corporal, tanto mediante la combinación del uso de trajes, abrigos, saunas o inmersiones durante largos periodos, como con entrenamientos específicos y ejercicio físico activo y severo, que resulta agotador en las condiciones restrictivas a las que se somete al luchador. Los tipos de ejercicio físico más utilizados para optimizar la pérdida de peso involucran variables explosivas y aeróbicas.

En ocasiones, todo el acondicionamiento no es suficiente

Tanto la concentración mental de un luchador como su fuerza de voluntad para aguantar especialmente el ritmo previo a la competición y las demandas por parte del equipo y de la propia competición son extremadamente altas y, sin embargo, en muchas ocasiones, por encima del estado anímico o la extenuación física, se ha saldado toda una vida.

Aún así, son muchos los que afirman que merece la pena o que es parte del compromiso que deben asumir, mientras otros optan por plantearse si el pesaje resulta necesario, o si existiría una alternativa.

No es el único campo en el que esta variable ha generado una polémica similar. Es posible consultar registros relativos a las pasarelas, a la moda, al arte o al cine, donde se establece como criterio de corte, y no cabe duda de que actualmente esta variable ocupa una situación social determinante en múltiples aspectos. ¿Realmente es necesario que innumerables profesionales se vean obligados a recurrir a esta serie de medidas?