El Barcelona sigue sin conseguir cerrar ningún fichaje para reforzar la plantilla de cara a la próxima temporada. Muchos son los nombres marcados en rojo en la agenda blaugrana, pero parece que está siendo más complicado de lo que parecía. Ya sea, por los altos precios de los futbolistas que pretende, porque se le adelantan otros clubes o porque no se terminan de poner de acuerdo entrenador y directiva, aún no hay ningún nombre para ilusionar a la afición.

El caso Verratti

Uno de los preferidos por todas las partes es Marco Verratti. El italiano es joven, contrastado, versátil y con proyección, pero su precio es prohibitivo para las arcas del Camp Nou.

El conjunto francés pide 100 millones de euros, una cantidad imposible de poder ser afrontada por el Barça. Aunque el jugador se ha puesto en rebeldía y quiere salir a toda costa, su fichaje aún parece muy lejano.

Verratti convence a todos, a entrenador, directiva y a un Leo Messi que quiere volver a ganar todos los títulos para conseguir su sexto Balón de Oro que lo aventaje frente a Cristiano Ronaldo.

El caso Dembelé

Otro caso muy diferente es el del jugador del Borussia Dortmund. Aunque los alemanes piden también mucho dinero, no todos lo quieren vistiendo la camiseta azulgrana. A Ernesto Valverde le parece un fichaje de mucha importancia para así tener un recambio de garantías para cuando alguno de la MSN no esté en condiciones de jugar, o simplemente para darle descanso.

Pero Leo Messi no esta conforme con este fichaje. Sabe que es un buen jugador que le restaría minutos a su mejor amigo, Luis Suárez. El argentino está muy a gusto con el uruguayo dentro del campo y no quiere que nadie le haga sombra.

El ‘10’ piensa que se debería buscar un fichaje de un perfil más bajo, que no le importe estar en el banquillo y disputar minutos solo cuando Neymar, Suárez o Messi no pueda jugar de manera obligada.

Messi querría a Di María

Su pedido era el de Ángel Di María, que también podría jugar más retrasado, pero parece que no termina de convencer a la directiva. Lo que está claro es que los refuerzos del Barça se van hacer esperar, ningún club quiere reforzar con sus jugadores a un rival directo y cualquier venta va a ser a precio de oro.

Para afrontar semejantes gastos lo único que puede hacer el club es intentar sacar dinero vendiendo a alguno de sus futbolistas. El que más papeletas tiene para salir del equipo es Arda Turan, que aún tiene cartel fuera de España y por el que se podrían sacar unos 25 millones de euros.