Todo equipo campeón aspira a seguir siéndolo y eso pasa por mantener y, si es posible, reforzar la plantilla. Los Warriors se enfrentan a un verano importante en el que tendrán que pasar por caja sus dos principales estrellas, así como algunos de los jugadores de rotación más importantes.

Golden State y su progresión

Repasemos cómo ha llegado Golden State a donde está. Entre el equipo del "We Believe" (Davis, Richardson, Ellis) y el siguiente de playoffs pasaron varias temporadas. Fue en 2013, con Mark Jackson como entrenador. Curry y Thompson ya eran los líderes exteriores, junto a David Lee por dentro y la aportación de otros jugadores como Bogut (que llegó en 2012 a cambio de Ellis) o Harrison Barnes.

Los Warriors siguieron creciendo la siguiente temporada, pero en verano decidieron sustituir a Jackson por Steve Kerr. El resto, dos anillos, tres Finales y la mejor marca de la historia en liga regular.

El núcleo que ha formado el equipo ha llegado fundamentalmente vía Draft. En 2009, Curry (elegido en séptima posición), Klay (11), en 2011, Barnes (7), Green (35) e incluso Ezeli (30). Lee había llegado en verano de 2010 y Bogut en marzo de 2012. Posteriormente, fueron reforzando su rotación con jugadores como Iguodala (verano 2013) o Livingston (verano 2014). Hace pocos menos de un año, Kevin Durant provocó un terremoto al anunciar su fichaje por los Warriors, que completaban una plantilla de ensueño (a pesar de tener que renunciar a Bogut, Barnes y Ezeli para hacerle hueco).

Los Warriors, ante el reto de crecer aún más

Ahora se enfrentan al reto de mantener el grupo. Curry tendrá que renovar este verano y verá ampliamente aumentados los 12 millones que recibe actualmente (recordemos que en el momento de firmar la extensión Don Stephen había dejado muchas dudas en lo que se refiere a problemas de lesiones).

También le tocará renovar a Durant, que pese a tener una opción de jugador para la próxima temporada firmará un contrato multianual. El jugador ya declaró que estaba dispuesto a rebajarse el sueldo para que el equipo pudiese mantener el núcleo actual. Los otros dos All-Star de la plantilla, Thompson y Green, tienen contrato hasta 2019 y 2020 respectivamente.

El principal problema viene a la hora de mantener el resto de la plantilla. Actualmente, solo tienen bajo contrato garantizado, además de a Klay y Green, a Kevon Looney, Damian Jones y Patrick McCaw. Jugadores importantes como Iguodala o Livingston escucharán los cantos de sirena del mercado y seguramente tengan ofertas interesantes. Pachulia, McGee, David West o Ian Clark están en la misma situación. Gran parte del éxito de este verano pasara por mantener al mayor número posible de estos jugadores.

Otro elemento clave será la salud de Kerr. En estos playoffs ya vimos cómo los problemas derivados de su lesión de espalda le tuvieron apartado del equipo, hasta que se reincorporó en el segundo partido de las Finales.

A pesar de la calidad de los asistentes y de la cultura de trabajo implantada estos años, si las ausencias de Kerr se siguieran produciendo en el futuro podrían llegar a alterar al equipo.

El apoyo a los Warriors

También será importante el factor apoyo, tanto interno de los propietarios y de la directiva como externo por parte de los aficionados. Respecto a la primero, la franquicia tendrá que seguir pagando el impuesto de lujo. Recientemente vimos a los Warriors pagar 3,5 millones por la elección en el Draft de Jordan Bell, lo que indica que los propietarios están dispuestos a seguir haciendo un esfuerzo económico mientras el equipo siga ganando. Respecto a los aficionados, el Oracle Arena lleva años siendo uno de los pabellones con más asistencia y el equipo ha ganado en base de fans y otros indicadores, como la venta de camisetas.

A pesar de que hay voces que califican, no sin cierta razón, a muchos de estos aficionados como oportunistas, lo cierto es que el apoyo a los Warriors seguirá siendo grande.

En conclusión, los Golden State afrontan un verano fundamental para seguir construyendo su dinastía. Dado el número de estrellas que tienen y sus elevados salarios, será fundamental un esfuerzo económico por parte de os propietarios, y seguramente de alguno de los jugadores a la hora de firmar por menos dinero. Siempre que consigan salvar este obstáculo serán candidatos al título durante muchos años.