Por todos es conocida la costumbre que tiene Piqué, jugador catalán del F.C.Barcelona, de hablar y mandar recaditos al Real Madrid

No se priva de nada, le da igual decir ocho que ochenta, que diría mi madre, o lo que es lo mismo decir cualquier cosa que se le ocurra en ese momento por muy políticamente incorrecto que pueda parecer lo que tenga a bien soltar.

Sin duda sus "guerras" tuiteras más conocidas, y que más titulares han acaparado, han sido con Jose María Gutiérrez, "Guti", ex-jugador del Real Madrid

Que Piqué no sabe estar calladito es de todos bien conocido y no le importa haberse granjeado más de una enemistad por esta manía suya.

Por más que intento recordar todas las cosas que ha dicho me es prácticamente imposible, pero van desde que el Madrid tiene el favor de los arbitros, pareciendo olvidar que son los culés los que menos penaltis reciben en contra, que muchas veces acaban jugando contra diez o que casi no ven rojas a pesar de que más de uno, según dicen, finge penaltis o saca el codo a pasear, que diría Nacho Peña en el Chiringuito, hasta que el palco del Bernabéu manipula a su favor decisiones de personajes importantes, cualquier cosa le vale al que parece portavoz del Barça aunque nunca le hayan elegido capitán.

Y, lo último, de cara a calentar el derbi que Real Madrid y Barcelona disputarán este domingo en el Bernabéu y donde se jugarán tres puntos decisivos para conseguir un título de liga de lo más apretado, ha sido Gerard Piqué diciendo que mientras a ellos su afición les aplaude aún perdiendo, el miércoles el público del Nou Camp les ovacionó al final del partido a pesar de que la Juve les apeó una vez más en unos cuartos que parecen malditos para el equipo culé, y que a otros, refiriéndose una vez más y para no perder la costumbre al equipo de la Castellana, les pitan aún ganando.

Tristemente en esta ocasión tengo que estar de acuerdo con el señor Piqué, aunque de ninguna de las maneras hubiese ovacionado a un Madrid caido en cuartos sin ni siquiera haber metido un gol, es impensable que esto lo haga el Bernabéu todos sabemos lo exigente que es el público merengue, tampoco me gusta que se silbe a sus jugadores cuando están jugando porque eso más que ayudar, desestabiliza y mejor nos iría si de vez en cuando animásemos, espero que este domingo el Bernabéu ruja y le haga ver a Piqué que los madridistas no ovacionan a perdedores, pero que sí quieren a los jugadores de la plantilla y que con su ayuda este Madrid es invencible.