Sábado. 18:00 horas. El R. Madrid acaba de dejarse dos puntos en el derbi madrileño. La felicidad está por las nubes en el barcelonismo. Depende el Barça de si mismo para revalidar el título de Liga, con un pequeño detalle, hay que ganar en Málaga... y entonces apareció Luis Enrique.
Esta vez no solo volvió a abusar de las rotaciones, además aprovechó para hacer un invento muy difícil de explicar. Mascherano de lateral derecho en defensa de cuatro. Cuesta entender la alineación del Barça en un partido tan importante, más todavía, conociendo el resultado del R.
Madrid un par de horas antes. Y no puede decir Lucho que no estaba avisado. El naufragio de la pareja André-Denis en la posición de interior es conocido por todos. Los fallos de Mathieu también.
Se podría pensar que las rotaciones extremas de L. Enrique a lo largo de la temporada tienen sentido si, llegados a este punto , te permiten poner a tu once tipo 2 o 3 partidos seguidos. ¿De verdad Iniesta no podía jugar ayer y el martes en Turín como titular? Vale, tiene 33 años, problemas físicos... vale. Pero, ¿y Sergi Roberto? Porque todo esto de las rotaciones, siendo opinable, estaría muy bien si fuese igual para todos. Pero para el tridente no lo es. Lo cual tira por tierra la teoría de las rotaciones.
¿O es que se cansan menos?
Pero, ¿realmente es más importante el partido contra la Juventus que el de Málaga? Supongo que será cuestión de gustos. Para Lucho claramente sí. Porque uno no se imagina al Barça con el once de ayer saltar al campo el martes en Italia. La incapacidad para generar Fútbol de este equipo con los interiores suplentes es más que manifiesta.
Todo queda reducido en el Barça 2017 a las genialidades individuales de Neymar y Messi. A la contundencia brutal de Luis Suárez. Sin tridente no hay paraíso. Y fiar una temporada a tres jugadores, por muy buenos que estos sean, es una muy mala idea.
Da la sensación de que cuanta más confianza ha tenido Luis Enrique en sus ideas peor le ha ido al equipo.
Cuanto más suyo ha sido el Barça, peor ha jugado. Y parece que su no continuidad le ha liberado, porque seamos claros, hay que ser muy valiente o no tener nada que perder para salir a jugarte media Liga con la alineación de La Rosaleda. Admite su error el técnico cuando hace dos cambios al descanso. Cuando en el minuto 60 vuelve al 3-4-3 donde vimos, hasta la expulsión de Neymar, los mejores minutos del equipo.
Curioso el caso de André Gomes, apuesta personal del asturiano, cuanto más se empeña en apostar por él, peor le sale. Más hundido queda el portugués. Es un futbolista totalmente superado por la situación. Ni defiende, ni ataca, ni llega a gol, ni asiste... es un fantasma en el terreno de juego.
Caso parecido al de Denis, si no te esfuerzas en comprobarlo, parece que no está jugando. Su incidencia en el juego es prácticamente nula. De Mathieu mejor no hablamos, tras el fallo de ayer supongo que no le veremos mucho más esta temporada.
Quedan siete jornadas y el Barça está obligado a ganar las siete, algo que no ha conseguido en toda la temporada de manera consecutiva, Y ni así depende de si mismo. El Barça tiene 5 Copas de Europa. Todas las ganó junto a la Liga. No hay que ser muy listo para saber qué significa eso. Prioriza Lucho, o eso parece, la Champions sobre la Liga. Viendo la historia del Barça no parece la mejor de las ideas.
