Tras el resultado de este pasado fin de semana en el Clásico del Fútbol español, Míchel, entrenador del Málaga, está en el ojo del huracán, tanto de madridistas como de culés. ¿El motivo?, la última jornada de liga que enfrentará al equipo que ahora entrena con el equipo de su vida, el Real Madrid, donde dejó su calidad dando centros por esa banda derecha del Santiago Bernabéu. En esa fecha de la competición, el Malaga ya llegará con la categoría salvada, algo que ha conseguido esta misma semana, y el Real Madrid, si nos acontecimientos marchan según lo previsto, llegará a La Rosaleda jugándose ser campeón de liga por 34º vez em su historia.

Ayer, tras la victoria de su equipo en Los Cármenes ante el Granada, que certifica la permanencia, el entrenador fue cuestionado por esa última fecha del campeonato nacional de liga ante el conjunto de Zinedine Zidane, algo de lo que, afirmó "no me van a descalificar los comentarios que haya en las próximas semanas". "Cuando llegue ese último partido de liga en Málaga, espero que para entonces todos tengamos nuestros objetivos conseguidos. Prefiero tener que hacerle el pasillo como campeón al equipo de mi vida, que no tener que ganarles y fastidiarles el título. Pero somos profesionales e iremos a ganar ese partido, no quepa ninguna duda", afirmaba el míster ante los micrófonos. Desde Barcelona no se fían nada de estas declaraciones de Míchel, y temen que de llegar a esa última jornada con todas las opciones intactas de ser campeones para ambos equipos, el pasado madridista del entrenador del Málaga vaya en contra de los intereses del equipo de Luis Enrique y no compitan el partido con toda la intensidad que requiere un partido de este tipo, ya que el Málaga ha conseguido con mucha antelación el objetivo de la temporada para el que fue contratado Míchel.

La temporada pasada hubo un precedente que sirve como ejemplo de lo que se puede encontrar el Madrid en Málaga. Marcelino García Toral, declarado aficionado del Sporting, le tocaba visitar con su Villarreal el estadio de El Molinón en la última fecha de competición, y ser verdugo del equipo de su alma. El partido acabó 2-0 a favor de los de Abelardo, que consiguieron mantenerse en Primera.

Pero la polémica saltó tras el partido, cuando la mujer de Marcelino publica un polémico tweet con el siguiente mensaje: "Volviendo a casa desde Gijón con el trabajo hecho", algo que hizo estallar a las aficiones que, por el amaño de este encuentro, se fueron a Segunda División, como las del Getafe o la del Rayo Vallecano.