Dentro de unos años muy pocos dudarán de que los eSports son un auténtico ddeporte. Hoy día, los deportistas virtuales tienen que luchar contra los tabús de la sociedad para ser considerados deportistas profesionales. Es cierto que puede parecer, a priori, que estar sentado delante de la pantalla, sin más esfuerzo que pulsar unos botones con cierta habilidad, pueda parecer un desgaste físico insignificante comparado con la mayoría de deportes en los que el esfuerzo físico es más notable. No obstante cada día más adeptos comprenden que llegar a la élite jugando a un vvideojuego no es tan sencillo como pueda parecer, de hecho, el desgaste mental, los entrenamientos y, sobre todo, la regularidad son clave a la hora de alcanzar la élite en los eSports.

Una de las competiciones más importantes dentro de los eSports, a nivel mundial es la final de la FIFA Interactive World Cup, un torneo presencial (hay que recordar que muchas competiciones se juegan on-line desde casa) en el que los mejores jugadores de FIFA de todo el planeta se enfrentan por conseguir el campeonato y un premio de 200.000 dólares americanos y un viaje a la ceremonia de los premios anuales de la FIFA. El subcampeón del mundial recibe 100.000 euros.

El premio puede parecer desproporcionado si no se tiene en cuenta el largo y difícil camino que supone llegar a la final que, esta edición del 2017, se celebrará en Londres. El videojuego FIFA propone que cualquier gamer que tenga una videoconsola y el videojuego puede alcanzar la gloria pero el elevado número de usuarios y la alta competencia hacen que este sueño no esté al alcance de cualquiera.

FIFA 17 cuenta con un modo de juego llamado Fut Champions. En él, durante la semana, los jugadores que se inscriben disputan un play-off (rondas eliminatorias) contra otros participantes on-line. Ganar este play-off clasifica para jugar la jornada del fin de semana, de viernes a domingo, en la que hay que disputar un máximo de cuarenta partidos para completarla.

Solo un minúsculo número de jugadores, en comparación a todos los participantes, se clasifican para las diferentes regionales en las divisiones de Europa, América y Resto del mundo: torneos presenciales imprescindibles para conseguir plazas para una final en Berlín dónde, ahora sí, se reparten plazas para la final de la FIFA Interactive World Cup en Londres.

Jugar los cuarenta partidos no es suficiente para conseguir la clasificación a los campeonatos regionales sino que hay que ganarlos. Hay que conseguir unos resultados prácticamente perfectos en intervalos, según la participación del resto de jugadores, de 38 victorias y dos derrotas, 39 victorias y una derrota o, lo óptimo, un 40-0 para poder optar a los mejores puestos del mes y conseguir plazas para los regionales que solo son un paso más en el duro camino a conseguir el trono de mejor jugador de FIFA.